Ya es Navidad. Lo habrás notado por los adornos de la calle, los anuncios de la tele, por la nieve que cae en este blog (gracias a una herramienta que activé el año pasado para el mes de diciembre y que, por lo visto, se me olvidó desactivar) y por este concurso navideño que hay en marcha (sólo hasta el día 22). Y una de las cosas que pasa cuando es Navidad, es que el año se acaba y toca hacer un poco de balance, ¿no crees?
Una de las cosas que he descubierto este año ha sido el autoconocimiento. Creo que autoconocerse es fundamental para saber cómo afrontar la vida: cuáles son nuestras debilidades y nuestras fortalezas, qué cosas nos hacen realmente felices, cuáles no, poder reconocer aquellos hábitos que no son beneficiosos o esas cosas que nos hacen daño… Para todo esto y más, el autoconocimiento puede ser una herramienta muy útil.
Hoy, con todo esto de que “ya llegó la Navidaaaad”, que estamos en el último mes del año y que el 2014 se nos acaba, te propongo que hagas un buen ejercicio de autoconocimiento que te servirá para encarar el nuevo año de una forma mucho más clara y mejor.
Y atento a esto: lo mejor de este balance no es que reflexiones sobre todos esos objetivos que te planteaste cumplir y que no has cumplido, ni tampoco planear nuevos objetivos para el año que viene (nunca he visto nada más improductivo y frustrante). Lo que sí te propongo es que analices qué ha representado para ti el 2014, que busques entre los mejores y los peores momentos, que mires dentro de ti, y que hagas un balance anual personal con el simple objetivo de conocerte por dentro todavía más.
1. Analiza tu situación inicial: ¿cómo eras en enero de 2014? ¿A qué te dedicabas? ¿Dónde vivías? ¿Cómo pensabas? ¿Cómo era tu vida antes de que un acontecimiento que ha ocurrido este año sucediera? ¿Qué cosas te gustaban?
2. Analiza tu situación actual: ¿ha cambiado algo en tu vida en este año? ¿Qué cosa o qué cosas han provocado ese cambio? ¿Cómo es tu situación actual? ¿Mejor o peor? ¿Has cambiado de empleo, de casa? ¿Has llevado a cabo algún proyecto personal? ¿Te has aficionado a algo nuevo? ¿A qué lugares has viajado?
3. Anota todos los aspectos positivos del 2014: seguro que algo ha habido. Aunque sean momentos breves, aunque a priori no parezcas recordarlos.
4. Anota todos los aspectos negativos del 2014: conviene recordar los problemas que hemos tenido y los obstáculos a los que nos hemos enfrentado. En esta parte del balance, si quieres, puedes añadir cómo se han solucionado estos problemas, si fuiste tú quien tomaste la iniciativa de arreglarlos, etc.
5. Los nombres de las personas a las que has conocido: echa la vista atrás y anota los nombres de las personas a las que no conocías en 2013, pero que ahora sí concoes en 2014. Descríbelas con unas cuantas palabras.
6. Los nombres de las personas que han compartido otro año más contigo: amigos, familia, pareja… Un listado para recordar a esas personas que siempre, siempre han estado ahí.
7. Establece tus propias conclusiones: escribe un texto breve de todas las conclusiones que has sacado, un texto que resuma qué ha significado para ti este año y qué cosas (y personas) importantes han pasado en tu vida, buenas o malas, durante estos meses. Sé todo lo honesto que te pida el cuerpo y recuerda que este balance es puramente personal, no tienes por qué mostrárselo al mundo.
Lo que encontrarás después, al acabarlo, sea seguramente una versión mucho más TÚ de ti mismo. Ánimo con ese balance ;)