El Apagón, una divertida comedia de enredo

El apagón ha llegado a Valladolid. Gabino Diego está en la cabeza de esta comedia de enredo en la que aunque el espectador vea qué está pasando en el escenario, no así los personajes de la obra que están sufriendo lo que el título promete, un apagón pero en el peor momento posible, cuando un importante coleccionista de arte viene a ver las esculturas del protagonista y además la misma noche en que el padre de su novia tiene que darle la aprobación para que se case con su hija. Todo un poco más lioso cuando entra en juego una vecina solterona, entre otras perlas, y regresa de un viaje Harold, el vecino al que le han cogido “prestados” los muebles para impresionar a las dos visitas.

La historia comienza a oscuras, pero no es hasta que se enciende la luz que nos damos cuenta del juego de lenguaje en que es justo lo contrario, cuando las sombras aparecen se supone que todo está claro y cuando se ilumina es justo el momento en que ellos no ven nada, pero que a nosotros nos viene estupendo para ver el tremendo lío que se ha armado, los choques con las paredes, los tropiezos con las mesas y otros malentendidos de carácter más físico que se dan esa ausencia de visibilidad que es el leitmotiv de la obra.

Hace cosa de una década que tuve la oportunidad de ver al protagonista con su espectáculo Una Noche Con Gabino, un divertido monólogo en el que recorría su trayectoria, recordaba amigos y en general hacía que toda la sala estallara en carcajadas. Ayer esto mismo volvía a suceder, el plantel de actores que el capitaneaba logró que todo el Teatro Zorrilla no parase de reír desde el primer golpe, metafórico y literal, hasta que llegó un momento en que el enredo fue tal que prácticamente lo único que se escuchaba era esto mismo más que las voces de los intérpretes.

De forma personal tengo que destacar la labor de Diego Molero como el afectado Harold, coleccionista de arte con un pésimo gusto por los trajes y vecino entregado que se encuentra en medio de una situación totalmente inesperada. Curiosamente, no sé bien el porqué, me imaginaba a Nathan Lane en este papel como el actor perfecto para el mismo. El otro rostro que para mí hay que nombrar fue el de Paco Churruca, que hace del padre de la novia, que para mayor complicación es Coronel de fuerte carácter, maneras disciplinadas y exigente para los acompañantes de su hija ya que además nunca dirá otra cosa más que “amigo” para referirse a Gabino Diego, y eso que pretende casarse con ella.

Otro tanto de aplauso merece el cuidado atrezzo que saca al escenario una casa de dos pisos para que podamos seguir toda la acción y los malentendidos, una pequeña mansión de muñecas con todos los detalles hasta carteles de cine de la época, una mano por cisterna y las “interesantes” escultura del protagonista, sin dejar de lado el dormitorio, la cocina y el baño todo al detalle para que realmente entremos al juego desde el primer minuto.

El Teatro Zorrilla estalló en carcajadas y si vais a verla vosotros también lo haréis.

Doc Pastor

Escribo de cine, cómic y lo que haga falta (ahora un libro divulgativo). Fundador-Director Editorial de Ruta 42, coleo por más sitios. Mi perrito se llama Loki.

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