Paradójicamente la segunda ciudad más sagrada del pueblo judío, solo detrás de Jerusalem, es un lugar donde no se permite presencia judía. Aproximadamente en el 97% de su superficie los judíos tienen prohibido entrar, o ponen su vida en riesgo si se atreven a ello.
Muchas vidas de judíos inocentes dan fe de ello.
Por el contrario los árabes residentes allí no tienen problemas para desplazarse en ese 97%.
Es por ello que se necesita presencia militar para salvar la vida de los civiles judios que allí residen o que intentan visitar la ciudad.
Ahora las IDF han tenido que desplegar un fortísimo dispositivo de seguridad para proteger a más de 35,000 judíos que visitaron la ciudad bíblica para rezar en la Cueva de los Patriarcas celebrando las vacaciones de Sucot en los últimos dos días.
Arutz Sheva informa que el mayor Eitan Dana, comandante del IDF Judea Bridage, discutió los extensos preparativos necesarios para garantizar la seguridad de los miles de visitantes en una entrevista
“Las vacaciones de Sukkot son el punto culminante para nosotros durante las vacaciones de Tishrei, tanto en términos del número de visitantes en el área como en términos del complejo despliegue de seguridad de todos los cuerpos de seguridad en el distrito de la Brigada de Judea”, explicó Dana.
En las últimas semanas, las fuerzas de Tzáhal han estado trabajando día y noche en toda el área, para permitir que muchos visitantes y fieles lleguen a la Ciudad de los Patriarcas y a Kiryat Arba.
“Estamos muy contentos de ver que el trabajo y la planificación de muchas semanas se reflejan en las decenas de miles de visitantes que eligen pasar las vacaciones en varios sitios en nuestra área, especialmente la Tumba de los Patriarcas”, dijo el oficial.
Imagen de cabecera de amillionwaystobe con atribución 2.0 Generic (CC BY 2.0)
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