- Marina Muñoz Cervera -
Mientras la dieta mediterránea alcanza puestos más altos como una alimentación que reduce hasta el 30% el riesgo de padecer infartos en personas con riesgo cardiovascular y el estudio que lo demostró destaca, entre todas las publicaciones del año 2013, por su solidez, la malnutrición afecta al 16% de sus habitantes.
Aunque aparentemente resulta paradójico no son circunstancias comparables porque la alimentación disponible puede ser maravillosa pero el acceso o la utilización de la misma puede verse afectado por diversas circunstancias como veremos más adelante.
El estudio PREDIMED ha sido elegido entre los 14 más relevantes del año 2013 en la revista The NEJM Journal Watch General Medicine. Este importante trabajo fue publicado en abril de 2013 en la revista The New Journal England of Medicine y también lo tenemos en castellano en la Web de la Sociedad Española de Cardiología.
“En el estudio, se incluyeron un total de 7.447 personas asintomáticas con alto riesgo cardiovascular procedentes de siete comunidades autónomas (Andalucía, Baleares, Canarias, Cataluña, Navarra, País Vasco y Valencia), las cuales recibían asesoramiento dietético, individual y grupal, cada tres meses”.
“Las recomendaciones sobre dieta mediterránea se centraban fundamentalmente en conseguir un alto consumo de frutas, legumbres, vegetales, cereales, frutos secos y aceite de oliva; un consumo moderado de pescado, lácteos y vino (opcional) y una baja ingesta de refrescos, pasteles, bollería industrial y carnes rojas”.
“Tras cinco años de seguimiento, se observó que aquellos participantes que habían realizado una dieta mediterránea, suplementada con aceite de oliva virgen extra o con frutos secos, tuvieron un 30 por ciento menos de complicaciones cardiovasculares mayores (infarto de miocardio, ictus o muerte cardiovascular) que aquellos que siguieron una dieta baja en grasas. El riesgo de ictus se redujo un 33 por ciento, el de infarto un 20 por ciento y el de muerte de origen cardiovascular un 31 por ciento”.
Este importante trabajo recibió financiación por parte del Instituto de Salud Carlos III y ha contó también con ayuda económica de la Consejería de Salud y Bienestar Social de la Junta de Andalucía y de otras administraciones autonómicas, así como del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares y la Fundación Mapfre.
En el mismo año, pero en el mes de octubre, la Alianza Nacional contra el Hambre y la Malnutrición de España (ACHM-E) celebró en el Edificio Histórico de la Universidad de Oviedo un “Encuentro contra el Hambre y la Malnutrición” para fomentar el conocimiento, la reflexión y el debate sobre el hambre y la malnutrición en España.
Durante el mismo, Gonzalo Fanjul, investigador y activista, comentó la existencia de un problema creciente pero desconocido en España: la existencia de muchas familias con inseguridad alimentaria y con mala nutrición. Según el conferenciante, la situación se debía a que la caída del ingresos económicos había creado hábitos menos saludables entre la población y esto se manifestaría, dentro de una generación, en obesidad, problemas cardiovasculares y diabetes.
El Director de ACHM-E y Catedrático de Derecho Constitucional de la Universidad de Oviedo, Benito Aláez Corral, ha llamado la atención, hoy 6 de marzo de 2014, sobre la “mala nutrición” que existe en el país y ha destacado que las familias con menores recursos económicos tratan de acceder a alimentos de mayor aporte calorífico, contribuyendo al aumento de obesidad de sus integrantes. Estas declaraciones han sido llevadas a cabo por el Catedrático en una rueda de prensa celebrada hoy, para dar a conocer las conclusiones obtenidas en el Encuentro de ACHM-E de octubre del año anterior.
Benito Aláez comenta que “la incidencia de la obesidad está directamente relacionada con las diferentes clases sociales, con una mayor proporción de patrones alimentarios menos adecuados, como la ingesta de carne o embutidos, en las más bajas mientras que las altas gastan mayores recursos económicos en la compra de fruta y verdura”.
El Catedrático ha apuntado a la población infantil como la más vulnerable a la obesidad y ha señalado que la dificultad de acceder a comedores escolares, por culpa de la crisis, está privando a muchos niños de recibir una buena nutrición y el aprendizaje de una alimentación adecuada”.
“En el contexto español no se puede hablar ni de hambre ni de malnutrición, sino de dificultad alimentaria, subraya el informe, que alerta del aumento de la vulnerabilidad social, con el incremento, desde 2008, de personas por debajo del umbral de la pobreza”.
Os recuerdo que la malnutrición no es siempre sinónimo de pobreza de recursos aunque puede estar determinada por tal circunstancia; la malnutrición se produce cuando, por la circunstancia que fuere (económica, desinformación, enfermedad, etc.) no ingerimos los suficientes nutrientes para llevar a cabo nuestra vida y ello se manifiesta en forma de enfermedades, entre las que se encuentran la obesidad, el sobrepeso, la desnutrición, etc. y da igual que tengamos al alcance de la mano la mejor alimentación del mundo que si no la adaptamos a nuestras necesidades vitales, el resultado es que estaremos malnutridos. Por el contrario, si disponemos de pocos recursos o en el lugar donde vivimos hay escasa variedad alimentaria, pero sabemos comer, podemos estar perfectamente alimentados y nutridos.
La dieta mediterránea fue declarada Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO en el año 1010.
Enlaces relacionados:
La Malnutrición, la Desnutrición y el “Hambre Oculta”.
La dieta mediterránea reduce el riesgo cardiovascular. Sus 10 recomendaciones básicas.
Fuentes:
- Infosalus. “Un estudio español sobre dieta mediterránea, entre los más relevantes para ‘The NEJM Journal Watch General Medicine”. Sevilla, 4 de marzo de 2014, Europa Press.
- Infosalus. “El 16% de los españoles reconocen estar malnutridos”. Oviedo, 6 de marzo de 2014, Europa Press.
- El Comercio. La voz de Avilés. “Encuentro contra el hambre y la malnutrición”. Jueves 10 de octubre de 2013. (archivo PDF).
- Agencia EFE. El Comercio.es “Alianza contra el Hambre vincula la falta de recursos a la obesidad”. 6 de marzo de 2014.
- Allan S. Brett, MD. “Mediterranean Diet Tested in a Randomized Trial”. NEJM Journal Watch. december 31, 2013.
http://www.jwatch.org/na33083/2013/12/31/mediterranean-diet-tested-randomized-trial
- N Engl J Med 2013; 368:1279-1290April 4, 2013DOI: 10.1056/NEJMoa1200303
http://www.nejm.org/doi/full/10.1056/NEJMoa1200303
- Sociedad Española de Cardiología. “Beneficios de la Dieta Mediterránea. Estudio Predimed”. 8 de abril de 2013.
http://www.secardiologia.es/practica-clinica-investigacion/blog-cardiologia-hoy/nejm-new-england-journal-medicine/4615-beneficios-dieta-mediterranea-estudio-predimed