Podría simplemente poner como excusa, por mi ausencia de la semana pasada, la semana de navidad y las visitas de familiares, pero no seria sincero conmigo mismo. La verdad es que a este proyecto, al que un día me invito mi gran amigo David, le tengo tanto cariño que no quise ponerme a escribir sin tener un tema claro del que hablar. Y hasta hoy no lo he encontrado.
Y una vez más, se cumple aquello de que lo que buscas lo tienes delante de tus ojos y no consigues verlo.
¿Porque soledad involuntaria? Pues os cuento. Dentro de 6 horas se acaba el año y en condiciones normales la gran mayoría de nosotros nos reunimos alrededor de una mesa con nuestros seres queridos, para celebrar que acaba un año, y con él muchas situaciones, que tal vez queramos olvidar, y empieza otro, al que le pedimos que nos traiga otras mucho mejores.
Por circunstancias de la vida, y creo que por primera vez en mi vida, o al menos que yo recuerde, voy a pasar esta noche sin la compañía de mi familia. Y aunque suene extraño, tengo la extraña sensación de que para mi hoy es una noche como cualquier otra. Sí, de acuerdo, se que ellos están a mi lado, porque me lo han demostrado a lo largo del día. Pero que pasa con esa gente va a pasar la noche igual que yo, en la más absoluta soledad, pero que no han decidido que así fuera. Y me refiero sobretodo, a esos abuelos que tal vez vivan alejados de sus familias, o que por circunstancias de la vida se hayan quedado solos. O tal vez, a esas personas sin hogar, que aunque no tengan un techo donde cobijarse, estoy seguro que siguen teniendo una familia. Como dije en mi anterior entrada, nunca es tarde si la dicha es buena. Y que mejor excusa que terminar un año y empezar uno nuevo para poder aprender de nuestros errores y empezar una nueva vida.
Ahora mismo me acaba de venir a la mente una campaña publicitaria que apareció hace poco, de un abuelo que tuvo que fingir su muerte para que su familia acudiese a su entierro. Por favor, no dejemos que estas cosas sigan ocurriendo en pleno siglo XXI.
Cierto es también que hay días que cuando me pongo a escribir las palabras fluyen por si solas, pero hoy no es uno de ellos. He de reconocer que escribir estas cuatro letras me esta costando un mundo. Pero como dice el nombre de mi sección, esto no pretende ser nada más que un apunte y creo que el que quiera entender, habrá entendido de sobras el mensaje que hoy quería dar. Porque como digo siempre, si todos ponemos un poquito de nuestra parte escribir otra realidad es posible.
¡FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!