A pesar de los continuos desmentidos, lo cierto es que el señor Sarkozy y la señora Merkel siguen en conversaciones para intentar una reorganización radical de la eurozona, porque al decir de los susodichos con una eurozona más pequeña sería posible mantener una estabilidad a largo plazo.
Obviamente en esa exclusiva y excluyente "arca de noe" no entran los pobres. No entramos los pobres. Sólo tendrán acceso las economías fuertes, las economías por las que las corporaciones económicas mundiales deciden apostar. Paises como Irlanda, Grecia, Italia, Portugal, España estarían en otra eurozona. La eurozona de los pobres.
Por supuesto, que esto que ha trascendido y es comentado en muchos medios, está siendo desmentido por los portavoces de los sujetos mencionados anteriormente.
Mientras van construyendo el "arca de noe francoalemán", asistimos, muchos de nosotros atónitos, a ver cómo el implacable poder económico fagocita al sistema democrático, quiebra países y decide quienes serán sus jefes de gobierno.
Lo acabamos de ver en Grecia con la designación de Luca Papademos y la inclusión de la extrema derecha griega en el nuevo gobierno. Y es que no podemos obviar que Papademos ha sido banquero y exvicepresidente del Banco Central Europeo.
Ahora toca a Italia para cuya gobernación se perfila a Mario Monti que ha sido miembro de la Comisión Europea y por tanto procede de las instancias económicas decisivas y decisorias.
Vamos a ver en los próximos tiempos como los presidentes obedecen al capital o serán sustituidos de forma inmediata por espantapájaros obedientes. Todo esto al margen de la ciudadanía. Al margen de la democracia.
¿A dónde ha ido a parar la democracia representativa? No se ustedes pero yo estoy realmente preocupada.