Revista Comunicación

el arca redonda

Publicado el 06 mayo 2014 por Libretachatarra

el arca redonda

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Comparemos dos artefactos. Uno muy antiguo y el otro actual. Por un lado tenemos una pequeña tablilla de forma cilíndrica, de la antigua Mesopotamia, cubierta con 60 líneas de texto cuneiforme. Este objeto tiene aproximadamente 4.000 años de antigüedad y está guardada en el Museo Británico. El segundo objeto, la película Noé, dirigida por Darren Aronofsky, se estrenó hace pocos días.
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La tablilla y la película cuentan el mismo relato: el de la construcción del Arca de Noé para sobrevivir a una inundación enviada por Dios para destruir la humanidad. A
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El pequeño manuscrito de arcilla antecede a la Biblia por casi dos milenios. Esto en sí no es una novedad. Historiadores de la religión y de civilizaciones antiguas saben que muchos tramos del Antiguo Testamento están basados en la epopeya de Gilgamesh, uno de los relatos más antiguos de los hombres. Lo que sí es novedoso de esta tablilla en cuestión es que cuenta una nueva versión sobre el Arca, específicamente en cuanto a su forma y sus dimensiones.
Este descubrimiento, hecho por el amable y excéntrico Irving Finkel –curador encargado de tablillas de arcilla escritas en texto cuneiforme del Museo Británico– fue anunciado recientemente y ha sido resumido en su libro nuevo The Ark Before Noah: Decoding the Story of the Flood (El arca antes de Noé: descifrando el relato de la inundación) aún no publicado en castellano. Allí relata el significado de lo que considera que es uno de los documentos más importantes de la humanidad –básicamente un manual de instrucciones sobre cómo construir el Arca.
En el comunicado oficial sobre su descubrimiento en la página del Museo Britanico, Finkel explica exactamente qué descubrió al descifrar esta tableta: “Es un pasaje de 60 líneas que cuenta lo siguiente: Cuando los dioses decidieron erradicar la humanidad con un diluvio, el dios Enki, quien tenía buen sentido del humor, contó la noticia a un hombre llamado Atra-hasis –el Noé de Babilonia– quien iba a tener que construir el arca. ¡El arca de Atra-hasis era redonda! Según mi conocimiento, nadie antes había descubierto semejante dato. La tablilla también describe los materiales con los que construir el Arca y sus medidas. Soga de fibra de palmeras, costillas de madera, y baldes y baldes de betún caliente para hacer impermeable la embarcación. El resultado fue una barquilla tradicional de la época (eran redondas) ¡pero el más grande jamás imaginado en la Historia! Con un área de 3.600 metros y paredes de seis metros de altura. ¡Si se estirara toda la soga utilizada para la obra, mediría más de 600 kilómetros!” La semana pasada hablamos con Finkel por teléfono desde su oficina en el Museo Británico donde está a cargo de unas 130.000 piezas, miles de las cuales se encuentran aún por traducir. Le preguntamos qué significado habría tenído la tablilla para sus contemporáneos: “Su importancia es para nosotros, no para los antiguos. Las cosas que perduran sobreviven por casualidad y por accidente. No tenemos idea, desde nuestro punto de vista, cuán común eran algunas cosas en la Antigüedad. Nunca lo podremos saber.” sostuvo Finkel.
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Según Finkel, una de las importantes variaciones entre la versión babilónica y la hebrea, aparte de las dimensiones de la nave es el uso moral del mito: “El relato de la inundación en Babilonia hace que los dioses destruyan al hombre principalmente porque es muy ruidoso. Es un relato muy dramático, con un rescate a último momento... Pero en la Biblia tienes esta situación de que el diluvio llega a destruir el mundo porque la gente es malvada. Esto es un gran giro filosófico.”
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En 1875 un colega de Finkel llamado George Smith –otro curador del Museo Britanico– hizo un descubrimiento parecido, de hecho el primero que identificó un relato del Arca de Noé que precedía el Antiguo Testamento. Cuando Smith descifró un fragmento de una tablilla –que ahora se sabe es parte del texto original del Poema de Gilgamesh–, tal fue su emoción que se desnudó y se puso a bailar sobre su escritorio. El anuncio fue recibido con un asombro característico del fin de la época victoriana donde comenzaban a derrumbarse certezas básicas. Estuvo presente en la presentación de su anuncio el Arzobispo de Canterbury y el primer ministro de Inglaterra.
Le preguntamos a Finkel cómo compara esa reacción con la que tuvo su descubrimiento.
“El descubrimiento de Smith fue mucho más grande que el mío. Fue deslumbrante. Ocurrió en un tiempo en el cual todos conocían la Biblia muy bien. Conocían el texto del relato del Génesis íntimamente. Por lo tanto, cuando fueron presentados con el descubrimiento de Smith, el impacto en todas partes fue asombroso, porque todo el mundo sabía cuánto significaba. Hoy, la Biblia es mucho menos familiar para muchas personas, entonces hay que recordar que existe el relato de Noé y el Arca y que está en la Biblia, que tal vez leíste cuando eras un niño; y que este nuevo descubrimiento tiene algo que ver con ese relato. Pero no se da esa reacción inmediata en la que las personas tienen el conocimiento bíblico fresco en sus mentes. Esto hace una diferencia. Pero la otra diferencia contrastante es que cuando mi libro fue publicado tuvimos una conferencia de prensa en el Museo Británico, y en un minuto estaba en todo el mundo. Existe esta asombrosa red de comunicaciones electrónicas que involucra, literalmente, todo el planeta. Esto no estaba disponible para el pobre George Smith.”
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ANDRES HAX
“El largo surco del Arca de Noé”
(ñ, 22.04.14)


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