Remitido por Pucho Méndez
Todos tenemos secretos y es mejor no contarlos, porque sino, distorsionan y crean sobresaltos, y es mejor vivir tranquilos y mantener una sociedad hipócrita pero pacífica. Este es el argumento vital de una sociedad campesina y montaraz que Irene Nemirovsky nos cuenta en esta novela, en la que las apariencias son mucho más importantes que la verdad, casi como en la vida misma.
Como siempre solo los secretos propios nos hacen mas comprensivos con los fallos de los demás, como siempre nuestros secretos nos ayudan a no precipitarnos al juzgar a los demás,y cuando los secretos son de alcoba , el revelarlos suele traer consecuencias inesperadas. Muy buena novela sobre una sociedad rancia y casposa que todos hemos, de alguna manera, conocido.