Cuando las potencias aliadas preparaban la invasión de Italia en la etapa final de la Segunda Guerra Mundial, no deseaban encontrar una gran resistencia por parte de las tropas de Hitler, que no dudaría en apoyar a Mussolini. Para ello urdieron una forma de despistar a los nazis y hacerles pensar que era Grecia y no Sicilia lo que pretendían invadir. La operación consistió en transformar un cadáver de la morgue londinense en un falso soldado británico que habría muerto frente a la costa de Huelva mientras mandaba un mensaje con información clave sobre la presunta invasión de Grecia, con la esperanza de que dicha información fuera interceptada y creída por las autoridades nazis.
La caída del régimen fascista en Italia fue facilitada gracias a este sofisticado bulo, que requirió de mucho trabajo en equipo; la elaboración del mismo es un material con alto potencial novelesco y de hecho sirvió de base para el best seller de 2010 El hombre que nunca existió: Operación carne picada, ante cuya adaptación al cine nos encontramos.
El arma del engaño se trata de un título de fuerte aroma clásico: un drama histórico con tintes épicos coproducido entre el Reino Unido y Hollywood y ambientado en hechos reales de la Segunda Guerra Mundial, que alterna las conspiraciones de estado y el espionaje con una subtrama romántica, ofreciendo así elementos de interés para todo tipo de públicos.Firma la cinta John Madden, un viejo conocido del cine británico, responsable de Shakespeare in love y de El exótico hotel Marigold, garantía de corrección y de la combinación de discreción con elegancia que define el clasicismo. Como todo tiene lado bueno y lado malo, no tiene sentido esperar sentido del riesgo o innovación en la propuesta, ni tampoco ninguna reflexión acerca de la paradoja o incluso el cinismo de defender el bulo como arma de guerra, ni del tono tan diferente que tendría una película que narrara un intento de engaño a los británicos por parte de los servicios secretos nazis. O, sin esperar tanto como eso, tal vez se podría haber aderezado un poco más la historia con algún giro o sorpresa.
El arma del engaño es una película amable, atemporal, quintaesencia del cine británico, con un potencial comercial probablemente mayor entre el público de cierta edad que entre el más joven, y que, tal vez por ello, reduce la acción a un mínimo, oscilando en la mayor parte de su metraje entre las intrigas de despacho y el lado más humano de los partícipes de una operación secreta. En conclusión, es agradable de ver, no va a decepcionar a nadie, pero tampoco a entusiasmar ni a enganchar especialmente.
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- ##check## Lo bueno
- Un título impecable para amantes del cine británico y del cine clásico.
- ##times## Lo malo
- Un poco pasada de metraje, teniendo en cuenta que no hay grandes sorpresas ni giros en la trama.
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- Ambientación 6.0
- John Madden, el director, es de la escuela clásica: muy correcto pero también un tanto frío.
- Argumento / Guion 5.0
- Tal vez demasiadas reuniones de despacho que se podrían haber sustituido por algo más de acción, aunque los protagonistas sean burócratas. La historia romántica, más insinuada que otra cosa, no consigue tener una gran entidad en el relato.
- Intérpretes 7.0
- Actores británicos de gran solvencia: destaca la rivalidad continua y flemática entre los personajes de Colin Firth y de Matthew Macfadyen.
- Ritmo y Montaje 6.0
- Equilibrio entre la trama de espionaje y el aspecto más intimista, bordeando a veces lo romántico. No obstante, la película habría ganado con 20 minutos menos de metraje, algo que se podría aplicar a muchísimos títulos de los últimos tiempos.
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- Puntuación Total 6 / 10
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