A tono con la celebración de las Pascuas, el diario El País publica una nota con el arquero de Cristo. Se trata de Keylor Navas, el uno de Albacete y el seleccionado de Costa Rica. Su fe en Dios queda demostrada con su ritual bajo los tres palos. Allí, se arrodilla antes de cada partido, abre los brazos y reza con sus ojos enfocados en el infinito. “Así lo hago y así lo haré, aunque haya gente que me insulte en algunas canchas, que me diga que adónde voy y que soy un gilipollas porque Dios no existe”, explica Navas. Una respuesta contudente a los escépticos y sus críticos más duros en la Segunda de España.