Jeremías es exhortado a arrepentirse de sus palabras con las cuales se refirió a Dios en el versículo anterior (18); así mismo nos sucede muy a menudo cuando pasamos por momentos dificiles que parece no terminar, pero no desconocemos que todos pasamos por pruebas y aflicciones; y nuestra confianza en el Señor Jesucristo es que está siempre presente fortaleciéndonos en la fe, por lo tanto no permitamos la queja y las discusiones con nuestro Eterno Dios, porque no hay sabiduría al contender con Él (Job 40:2).
Bendiciones.