Los arroceros y los regantes del Bajo Guadalquivir son otro de los colectivos directamente afectados por el proyecto de dragado del río. El hecho de tener que endulzar el agua del tramo final del estuario para hacer llegar agua dulce a los arroceros, además de un enorme gasto, supone que perjudicará al resto de los regantes, porque la cuenca, que es deficitaria, lo pagaría con sequías más duras en el futuro.
Hacer llegar el agua a los arroceros y regantes proveniente de la presa de Alcalá es la solución que se baraja para que el dragado no tenga incidencia desde el punto de vista de los riegos. El problema es que la obra necesaria cuesta 150 millones de euros con una financiación del 80% de los fondos FEDER que ya se ha desperdiciado. Esta solución supondría un ahorro de 100 hectómetros cúbicos al año, que es aproximadamente lo mismo que consume en ese espacio de tiempo la ciudad de Sevilla.
Sobre éstas y otras cuestiones relativas al polémico proyecto que impulsa el Puerto de Sevilla en hemos hablado en sevilla report con Ricardo Serra, presidente de ASAJA.
Podéis leerla al completo en “Ricardo Sierra: “Para hacer el dragado antes hay que modernizar el riego del arroz”.