Como sabéis está comenzando lo que puede ser una nueva epidemia por un virus y en concreto por el coronavirus de Wuhan (China), llamado técnicamente 2019-nCOV. Como indica el Ministerio de Sanidad en su última nota de prensa sobre este nuevo virus:
Con los datos disponibles hay evidencia de que se ha producido transmisión persona-persona. Las infecciones entre personal sanitario apoyan esta transmisión".
Y como siempre que se avecina una epidemia han comenzado las especulaciones con los medicamentos y/o vacunas que hay disponibles (y los que no existen aún). No existe un tratamiento específico contra el nuevo coronavirus que ha surgido en China. Ni tampoco una vacuna eficaz que funcione como un escudo contra este extraño virus que "saltó" de una especie animal puede que de murciélagos al ser humano.
De entrada vacuna no existe y crearla llevaría un año de trabajo hasta tenerla lista.
Lo que está proponiéndose es aprovechar los tratamientos que se diseñaron contra otras dos epidemias muy parecidas en la que había también coronavirus implicados: el SARS y el MERS.
Los dos también surgieron de reservorios animales y saltaron a humanos a principios de este siglo.
El SARS, lo recordaréis, síndrome respiratorio agudo y grave, por sus siglas en inglés, es un modo grave de neumonía. La infección con el virus del SARS provoca una molestia respiratoria aguda (dificultad respiratoria intensa) y, algunas veces, la muerte. El SARS es causado por un miembro de la familia coronavirus (la misma familia que puede causar el resfriado común). Se cree que la epidemia de 2003 empezó cuando el virus se propagó a partir de pequeños mamíferos en China.
El MERS, síndrome respiratorio de Oriente Medio, es una enfermedad respiratoria vírica provocada por un nuevo coronavirus que fue detectado por primera vez en Arabia Saudita en 2012. Los síntomas típicos del MERS son fiebre, tos y dificultades respiratorias. Es habitual que haya neumonía, pero no siempre.Aproximadamente el 35% de los casos de MERS notificados han desembocado en la muerte del paciente.
Si bien la mayoría de los casos humanos de MERS se han atribuido a la transmisión de persona a persona en entornos sanitarios, los datos científicos actuales indican que los dromedarios son un importante reservorio de este coronavirus y una fuente animal de infección humana.
Se ha publicado en la revista médica JAMA que para el nuevo virus pueden reciclarse antivirales probados en aquellas epidemias. Entre ellos, el lopinavir, ritonavir y el interferón beta. Estos fármacos han demostrado ser prometedores contra el MERS en modelos animales, aunque solo se han probado en experimentos con animales.
La combinación de lopinavir y ritonavir se utiliza con otros medicamentos para tratar el virus de inmunodeficiencia humana (VIH). Es importante saber que esa combinación medicamentosa NO CURA la infección por VIH ni el SIDA. También que
las personas que toman Lopinavir/Ritonavir pueden aún desarrollar infecciones u otras enfermedades asociadas con el VIH".
No parece muy efectivo pues este tratamiento. La inyección subcutánea de interferón beta-1a se usa para tratar adultos con varias formas de esclerosis múltiple (EM), una enfermedad en la que los nervios no funcionan adecuadamente. No parece que hay ideas claras al respecto pues. Hace ya muchos años que se probó en el SARS y se concluyó que podría ser un tratamiento ideal de ese coronavirus.
El otro día os comentaba que el laboratorio Roche, que vendió a mansalva su fármaco antiviral Tamiflu para las epidemias de gripe de 2005 y de 2009-10, está de juicios en USA por haber engañado a las autoridades sanitarias de casi todos los países que lo compraron con la efectividad del tratamiento, muy baja.
Puede costarle miles de millones de dólares la jugada, lo paradójico es que el 22 de enero de 2020, cuando el gobierno mexicano reporta un posible caso de un paciente afectado por coronavirus Wuhan, una persona de origen asiático localiza en la ciudad fronteriza de Reynosa, se le suministró oseltamivir, el famoso Tamiflu. Por cierto que la "pandemia" de gripe A que por suerte nunca fue tal también surgió en una granja de cerdos mexicana.
Bueno, pues este es brevemente el panorama medicamentoso para encarar una posible epidemia de 2019-nCOV.