Las herramientas para lograr un balance entre el mundo laboral y el familiar son muy valoradas en todas las jerarquías de empleados.
Encuestas recientes lo comprueban. Los casos de American Express y ADT.
Trabajar para vivir o vivir para trabajar, esa es la cuestión. El dilema aparece en la mente de cada empleado o dueño de empresa cuando se observa a sí mismo volviendo a casa pasadas las nueve de la noche, cuando hasta el encargado del edificio terminó sus quehaceres y el ruidoso camión de recolección de basura obstruye el garaje. Para suerte de ellos, cada vez hay más ejecutivos que se sientan a pensar cómo lograr que sus empleados tengan un equilibrio entre su vida personal y laboral.
La tendencia, popularizada con el nombre de Work & Life Balance, cada vez tiene más aceptación en las gerencias de Recursos Humanos, ya que no sólo ayuda a retener el talento y mejorar la productividad de los que ya están, sino que son cada vez más los aspirantes que antes que preguntar el sueldo indagan sobre el “horario real” de trabajo y qué flexibilidad tiene, según encuestas de Mercer y Towers Watson.
Una de las empresas destacadas en este sentido es la sede local de American Express, que el mes pasado se convirtió en la primera compañía de servicios financieros de América latina en ser reconocida con la certificación Work & Life Balance, que otorga el Instituto Europeo para el Capital Social (EISC). En diálogo con Management, Claudia Raunich, directora de Recursos Humanos de la firma, explicó que para lograrlo tuvieron que implementar 19 iniciativas, tres en cada una de las seis categorías que audita EISC: horario y organización laboral, políticas de comunicación interna, desarrollo del personal, beneficios económicos, servicios para las familias e iniciativa propia ideada por la misma empresa.
Los dos programas que nuclean a las acciones son: Heal- thy Living, apuntada a la prevención en salud, nutrición, actividad física y actitud positiva; y “Tu vida en equilibrio”, creada con el objetivo de mejorar, justamente, el balance entre la vida familiar y laboral.
“Las iniciativas fueron el hilo conductor de un proceso de cambio que tuvimos que tomar tras la crisis de 2009, que impactó fuertemente a nivel de gestión humana, cantidad de beneficios y forma de administrarlos”, reconoce Raunich. Tres años después de encarar el cambio llegó el premio.
Su gerencia creó una página web para mostrar los nuevos beneficios e identificó los “voceros” o “embajadores” para comenzar a comunicar los cambios, entre ellos flexibilidad horaria, días de franco y licencias especiales y descuentos en gimnasios, entre otros. Uno de los beneficios más apreciados en las encuestas de clima es el “retorno progresivo” en casos de maternidad, clave en una empresa en donde son mujeres el 65% de su plantilla de 1.400 empleados. Una de las iniciativas más aprovechadas es el descuento para gimnasios: 260 empleados pagan $ 50 por mes.
Con base científica
El balance entre la vida personal y laboral es cada vez más una necesidad de los empleados de todo el mundo. Un estudio de Towers Watson sobre 32.000 entrevistas en 28 países realizadas entre febrero y marzo, reveló que el “compromiso sustentable” de los empleados se logra no solo con su “compromiso tradicional” por querer trabajar bien, sino por otros dos elementos: la “habilitación” y la “energía”. La primera “son los recursos y el soporte para poder realizar el trabajo de manera eficiente” y la segunda es “el ambiente de trabajo óptimo que sustenta activamente el bienestar físico, emocional e interpersonal”. El estudio dice que 25% de los empleados locales están “altamente comprometidos”. Además, el 7% de ellos manifiesta tener un balance saludable entre el trabajo y la vida personal, dice el reporte.
Autor – Pedro Ylarri – publicada en el Cronista Comercial 16-7 -11-