El Arte de Conducir Bajo la Lluvia

En la víspera de su muerte, Enzo hace balance de su vida y rememora todo aquello por lo que han pasado él y su familia: los sacrificios realizados por Denny en aras a lograr el éxito profesional, la inesperada pérdida de Eve, esposa de Denny, la despiadada batalla legal por la custodia de la hija de ambos. Al final, pese a ser consciente de sus propias limitaciones, Enzo cumple heroicamente con una obligación para preservar a la familia Swift, conservando en su corazón el sueño de que Denny se convierta en un campeón de carreras y retenga a Zoë junto a él.

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Seguimos con los libros protagonizados por animales.
Este también lo leí muy rápido, lo acabé ayer y creo que aún no soy capaz de comentarlo. Y sé que por muchos días que pasen, no seré capaz. Es por eso que prefiero hacerlo ahora y sacármelo ya de la cabeza.

La historia de esta familia está contada por Enzo, un perro que llegó a la vida de Denny cuando era un cachorro.
Denny y su familia podrían ser los vecinos del 5º y eso también hace la historia más cercana y más fácil de empatizar con los personajes. Aunque a veces son todos tan maravillosos que da un poco de alergia. Menos mal que luego llega el contrapunto de los padres de Eve, un matrimonio bien situados económicamente que creen que con eso lo solucionan todo y menosprecian la profesión de su yerno.

En Mongolia, cuando un perro muere es enterrado en lo alto de la montaña para que nadie pueda pisar su tumba. El dueño del perro le susurra al oído que desea que se reencarne, en su próxima vida, en un hombre. Hasta entonces, el alma del perro es libre de vagar por la tierra y sus paisajes, durante el tiempo que quiera. Sólo algunos perros se reencarnan en hombres, únicamente los que están listos para ello. Yo estoy listo. Esto lo aprendí viendo un programa de National Geographic en la televisión, así que debe de ser verdad.

Cuando leí esa parte por primera vez (se repite varias veces) quise gritar: «NOOO ENZO, EL SER HUMANO ES DESPRECIABLE.» Pero comprendo que Enzo lo quisiera, ya que siente una devoción absoluta por Denny y cuando se encuentra con seres humanos malos lo deja confundido.

Los símiles y paralelismos que se hacen con las carreras de coches y la vida hacen reflexionar un poco y eso me ha gustado. A quien le guste ese deporte disfrutará mucho más de la historia, ya que yo a veces me perdía un poco con los nombres aunque tampoco es importante para la trama.

Es curioso conocer la historia según la perspectiva de un perro (vale, según lo que cree el autor que pensaría un perro :p) y quien tenga uno, pero sobre todo quien lo haya tenido, comprenderá mejor lo que nos cuenta Enzo y el comportamiento de Denny.

Confienso que hacia el final acabé derramando alguna lágrima, no sólo por ser sensible con el tema de los animales sino también por todos los recuerdos que se han avivado leyéndolo. Es de agradecer que el autor no se haya ensañado con esa parte ni que lo haya narrado de una manera melodramática. También ayuda a saberlo desde la primera página.

No es una historia lacrimógena, ni melodramática. Es una historia bastante realista, vista desde los ojos de un perro con momentos tristes pero también de esperanza, de superación personal.

Puntuación: 7/10

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