- Desplegar en el tejido interno la posibilidad de manifestarse como un elemento que apoyado en sus equipos de trabajo es capaz de dar soluciones globalizadoras y satisfactorias para todos.
- Y extraer de los mecanismo de trabajo la experiencia óptima que se va a compartir con los grupos interesados en todos los puntos de encuentro, con ellos.
Para desarrollar esas líneas de trabajo, la personalidad del líder ha de estar construida, sobre los pilares de la incertidumbre y no de la técnica. La técnica, no es más que una sucesión de fórmulas de tareas que, a día de hoy, no ofrecen nunca garantía de éxito, en medio de cambio substanciales reconocibles en comunidades que ya conocen todos los trucos y hábitos de esas estrategias. Sin embargo, el principio de incertidumbre permanece sólido en la construcción de procesos que, si pueden, tener en cuenta un mundo de circunstancias, en constante cambio. Antecedentes: Los grandes proyectos empresariales que nos rodean, puede llegar a vanagloriarse del aumento de beneficios a pesar de la crisis, incluso podrían llegar a aceptar que desde luego, están aprovechando la "oportunidad" que esconde la palabra para sentar bases sólidas de permanencia en los mercados. La realidad, es que ante la exigencia de los mercados internacionales, de levantar una correcta Reputación, sin embargo, el desagrado de las comunidades, ante ellas, no merma y se acentúa ante estas muestras de aparente "liderazgo" La Imagen Corporativa, vive a gusto enmedio del liderazgo que acentúa la apariencia de control y en la imagen de fuerza, la contrapartida, a esta manifestación, es que, no implica satisfacción de las comunidades y el control, no aumenta, en estos momentos, la posibilidad de impacto y atracción en ellas. Un liderazgo sólido, no parece solución, ni aun cuando la apariencia esté compuesta de espacios llenos de belleza. ¿Por qué seguir insistiendo cuando se maneja ya la fórmula que habla de la necesidad de levantar Reputación?