El Arte De Conversar

O el Arte De Vivir En Compañía. ¡Sí! Esta es la importancia de esta palabra cuya etimología nos da este significado “Vivir Con otros”.

En mi artículo, La vida es una conversación, comparto las habilidades que necesitamos adquirir para tener relaciones productivas, previo aprender a conversar.

Con-versar no es solamente decir y oír. Estos verbos que se confunden con hablar y escuchar son los que nos desvían y morigeran el valor de la conversación.

En el ámbito de nuestras actividades y negocios, nuestros resultados serán iguales a nuestra capacidad de establecer conversaciones poderosas.

¿Qué son las conversaciones poderosas?

Son aquellas en que el hablar es cuidadoso y claro, y el escuchar es atento y abarca todo nuestro Ser.

Son aquellas en que me acerco a las mismas con la intención de primero comprender para ser comprendido.

Muchos altos empresarios fallan estruendosamente en sus conversaciones porque priorizan el hablar, y en realidad, lo que se debe priorizar es escuchar

Demasiados ejecutivos piensan que son maravillosos con las personas, porque hablan bien. No se dan cuenta de que ser maravillosos con las personas significa escuchar bien. Peter Drucker

¿Cómo es tu forma de escuchar? ¿Interrumpís? ¿Te impacientás porque querés acotar a lo que te están diciendo? ¿Te molesta la gente que necesita explayarse cuando dice algo? ¿Te gustaría que fueran directamente al grano?

¿Sabés para qué te sirven estas inquietudes que te surgen cuando estás escuchando?

Para tomarlas para vos cuando te toque hablar.

La mayoría de la gente exitosa que he conocido es la que escucha más de lo que habla… No hace falta apagar la luz del otro para hacer brillar la propia. Bernard M. Baruch.

¿Cómo podés generar una buena escucha de parte del otro?

Si ves que su atención se disipa, hacé silencio, preguntá y escuchá vos. Sin ni siquiera introducir los “sí”, “ajá”, “claro”. ¡Nada!

Dejá lo tuyo para después, para después de que hayas escuchado todo lo que el otro tiene para decir.

Hay un poder casi mágico en la escucha. Te desafío a que hagas esta prueba. Cuando alguien esté muy enojado con vos, te increpe, grite y te diga ofuscado todas las quejas que tiene de vos… No emitas un sonido, aguantá con la boca cerrada, dejá que siga y siga. En algún momento, te va a decir, “¡Eh! ¿Qué te pasa? ¿No decís nada?” –palabras más, palabras menos-. Contestá: “-Te estoy escuchando por eso no hablo.” Es muy probable que la discusión se diluya a medida que el otro pueda decir todo lo que quiere, que llegue un momento en que empiece a repetir y… en un momento, se callará. Lo que va a pasar es que los ánimos se enfriarán, y recién en ese momento, podrás intentar una conversación productiva.

¡Sí! Conversar es un arte… como lo es vivir, y es tan importante lo primero como lo segundo.

La nueva concepción del lenguaje, traída por el Coaching Ontológico, nos abre la posibilidad de crear nuestra realidad mediante él.

¿Qué realidad querés crear para vos?

¿Una de peleas y controversias o una de acuerdos y paz?

Si tenés gente a cargo, si estás en un cargo directivo, preguntá y escuchá a tu gente. Es tu arma más poderosa para llevar adelante tu liderazgo.

A no ser que pregunte, nunca escuchará nada malo sobre su empresa.

Es fácil enterarse de lo bueno, pero hay que desarrollar una escucha efectiva para encontrarse con espacios de aprendizaje para poder aprender.

Thomas J. Watson, Jr.

Durante la segunda guerra mundial, el general Eisenhower tenía que efectuar una visita a sus tropas en Ruanda.

El gobernador del territorio que Eisenhower visitaría quería que todas las mujeres se alinearan al borde de la carretera y saludaran al General cuando éste pasara en su camioneta.

El único problema era que las nativas no se ponían más que un collar y, de vez en cuando, un pequeño cinturón de cuero.

 El gobernador pensó que era inaceptable presentarle sus mujeres con semejante desfachatez al prestigioso visitante. Mandó a llamar al jefe de la tribu y le expuso su apurada situación.

 - No se preocupe.- le dijo el jefe de la tribu.

 Acordaron que si el gobernador le proporcionaba varias docenas de blusas y faldas, él se encargaría de que las mujeres se vistieran durante tan trascendental acontecimiento.

Después de todo, el gobernador logró conseguirlas a tiempo.

Sin embargo, el día de la importante visita, pocos minutos antes de que llegara el General, el gobernador se enteró de que las nativas se habían puesto las faldas, pero, por razones de estética muy suyas, según le comentaron, no las blusas.

Las mujeres se situaron entonces a ambos lados de la carretera, solamente con las faldas como prenda.

El gobernador se afanó por la forma como el General podría interpretar el recibimiento, por lo que mandó a llamar al jefe de la tribu, el cual le aseguró que había hablado con ellas y que habían accedido a cubrirse el pecho cuando el general pasara.

 - ¿Estás seguro?- se molestó el gobernador.

- Absolutamente.- contestó el jefe de la tribu.

El estupor del General no fue poco, cuando, al pasar en su camioneta, las mujeres, ingeniosamente, utilizaron la parte frontal de la falda para cubrirse el pecho.

  Carlos Devis

“¿Qué son las conversaciones poderosas?

Son aquellas en que el hablar es cuidadoso y claro, y el escuchar es atento y abarca todo nuestro Ser.

Son aquellas en que me acerco a las mismas con la intención de primero comprender para ser comprendido.”

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