Educar a uno, dos, o más hijos no es una tarea fácil y considero que todos concordamos en que realmente llevar a nuestros hijos por el "camino correcto" podría catalogarse incluso como realizar todo un arte.Los primeros años de nuestros pequeños son fundamentales y marcarán definitivamente su personalidad futura. ¿Será por eso que todos los padres nos esforzamos mucho por cumplir bien nuestro papel como educadores y protectores? y en el caso de los hijos únicos. ¿Podria decirse que se debe utilizar un tipo de crianza especial con ellos?
Definitivamente no es igual criar a un hijo único que criar a dos o más. Imagino que los padres de dos o más hijos por citar solo un ejemplo, no se preocupan mucho en que sus hijos no tienen con quien jugar, los ven jugar entre hermanos, los ven competir entre ellos y hasta los ven peleándose de vez en cuando, todo esto dentro de lo normal. En cambio los padres de hijos únicos no sabemos de esto. Lo normal es que luego del cole o jardín pasen la mayor parte del tiempo con nosotros, jugando, hablando, mostrándonos hasta donde llega su creatividad, en fin no es igual, lo cual no significa que sea más fácil o más difícil, simplemente es una crianza diferente.
Los especialistas han demostrado que no es bueno tener prejuicios y que debemos ver a la crianza de uno o más hijos simplemente como distintos y que lo que vale es que los padres cuenten con la madurez, disposición, afecto y solvencia económica necesarias para educarlos de la mejor manera.
Tal vez muchos suelen pensar que criar a un solo hijo es sencillo, de hecho a mi me lo dicen, sobre todo conocidas que tienen dos o tres niños ya me han dicho frases como, "que, ¿solo uno tienes? uy que fácil, tuvieras dos para que veas lo difícil que es ser mamá...". Bueno, comentarios así.
Reconozco que existen ventajas al tener un solo hijo, podemos cuidarlo mejor, de hecho es más fácil vigilar a uno que vigilar a dos o más, es más fácil viajar con un solo hijo y economicamente también es más sencillo, yo no soy de las que creen que "donde come uno comen dos". Así que en ese sentido podría verse a la crianza de un hijo único como ventajosa. Sin embargo también suele ser un desafío para nosotros los padres.
Por ejemplo una de nuestras tareas consiste en ver como fomentar que el niño juegue con sus similares y aprenda a compartir, trabajar en equipo, expresar su frustración adecuadamente y tener en cuenta los sentimientos de los demás, ¿creen que esto es fácil? realmente no, requiere esfuerzo extra de nuestra parte, requiere buscarle y presentarle oportunidades para que pueda conseguirlo.
Además es una lucha constante conseguir enseñarle que hay que luchar por lo queremos y a comprender que a veces se gana y otras se pierde aunque no les guste.
Y que me dicen de la sobreprotección, también es algo por lo cual luchamos como padres pues es natural que al tener un solo hijo estamos más pendientes de ellos en cada detalle de su vida, por lo cual podemos terminar haciendo de ellos personas inseguras y temerosas. Aprovecho a contarles que cada vez sobreprotego menos a mi hijo y estoy feliz con esto pues creo que ahora es mucho más indepediente. Por ejemplo aunque me gustaba vestirlo, poco a poco le enseñé a que haga esta tarea por su cuenta y hoy por hoy ya se quita y se pone la ropa practicamente solo y aunque es solo un pequeño detalle, en conjunto yo digo que estamos progresando.
Así que ya para concluir, podemos decir que nuestra tarea como padres de hijos únicos no es más fácil, ni más difícil que la crianza de dos o más hijos, simplemente es diferente, ambas tienen ventajas y desventajas, lo importante aquí es que si tienes un hijo único, aproveches en sacar ventaja a esta condición criandolo con amor, hablando mucho con tu peque y porsupuesto poniendo limites claros y la disciplina equilibrada que nunca debería faltar.
Es decir que si quieres triunfar en el arte de criar adecuadamente a tu hijo y consigas hacer de él un niño feliz es importante que nos eduquemos como padres y que reconozcamos que a veces nos podemos equivocar, pero que por ellos nos reinventamos y pasamos de sentirnos culpables por tener un solo hijo a sentirnos padres orgullosos, que caminamos mirando de frente de la mano de nuestro hijo o hija y que haremos lo posible por cuidar de esta valiosa herencia que Dios nos ha dado. ¡Educar es todo un arte, sin duda!.
(Original de Mi Hijo Único)