Revista Opinión

El arte de procrastinar

Publicado el 29 noviembre 2017 por Carlosgu82

¿El arte de pro..qué?

Si, si, la verdad es que la palabra es bien rarita, por lo que, seguro que piensas que no tiene nada que ver contigo, pero tengo que decirte, que el arte de procrastinar lo tenemos todos de un modo más o menos intenso. Cuando te diga lo que significa, seguro que te suena…

Yo procrastino, tú procrastinas, él procrastina…

¿Alguna vez has dejado de hacer las cosas que tenías pendientes, por otras más placenteras, hasta que ya no tenías más remedio? ¡Seguro que si!. Esto es algo que nos pasa a todos de forma más o menos frecuente. Nosotros procrastinamos. Siempre hay algo que nos puede resultar un tanto incómodo de hacer, y preferimos dedicarnos a otras cosas menos importantes, pero más agradables, por ejemplo, posponer esa llamada de teléfono que tienes que hacer para tomar una decisión y que decides dejarla para el día siguiente, esos estudios que se van aplazando hasta que ya no puedes dejarlos más, porque el llega el día del examen, ordenar o limpiar la casa, que te quita tiempo para ver su serie favorita…. ¿Lo ves? Seguro que si te pones a pensar, te aparecen muchos ejemplos como éstos que alguna vez te hayan ocurrido, y es que, es muy fácil dejarse llevar por lo placentero dejando de lado lo importante, hasta que ya no tienes más remedio

¿Pero…qué es procrastinar?

Procrastinar es el resultado de una conducta evitativa, en la que se tiende a evadir o aplazar una acción o decisión, o bien porque nos da pereza, nos resulta incómoda o nos produce miedo por algún motivo. Lo peor, es que cuando procrastinamos, dedicamos ese tiempo importante a cosas que por lo general no lo son, centrándonos completamente en ellas, mientras que somos incapaces de concentrarnos en aquello que tenemos pendiente. Al final, el resultado es que no has logrado hacer la tarea que aplazas, o has tenido que hacerla deprisa y corriendo a última hora.

El arte de procrastinar

Podría parecer igual, pero no es lo mismo que dediques un tiempo para ti, haciendo cosas que te gusten sean o no productivas, simplemente por el placer de cuidarte o de descansar tu mente de obligaciones, a que te dediques a hacer otras cosas justo en el momento en el que tienes que tomar una decisión importante, o hacer algo que te quedó pendiente. Ese es el momento en el que, sin duda, estás procrastinando.

¿Cuál es el resultado de procrastinar?

Tanto si logras realizar la acción en el último momento, como si la aplazas o no llegas a realizarla, la sensación que puede quedarte es de angustia o desasosiego, por el hecho de no haber logrado tus objetivos, ya que, terminarás pensando que has perdido el tiempo, y te podrá venir un sentimiento de culpabilidad por no haber hecho lo que tenías que hacer, o por haberlo hecho no todo lo bien que necesitabas para obtener satisfacción.

Todos podemos tener días en los que nos cueste hacer las tareas pendientes, ya que, no siempre tenemos la misma motivación o estado de ánimo, pero si esto ocurre constantemente, entonces ya tenemos que ver que está pasando, ya que, puede llegar a convertirse en un trastorno del comportamiento, haciendo que, no solo no podamos conseguir nuestras metas, sino que nos vayamos sintiendo cada vez peor con nosotros mismos, creándonos cada vez más estrés y ansiedad.

¿Cuáles son las causas de procrastinar?

En un principio podríamos pensar que la pereza nos puede, pero normalmente suele haber algo más de fondo. Vamos a ver alguna de sus causas:

  • Falta de organización y orden

    A veces tenemos tantas cosas pendientes que no sabemos por donde comenzar. Al final puede ocurrir que queremos hacer tanto, que no hacemos nada. Nos queda entonces la sensación de que, al final no hemos hecho más que perder el tiempo.

    El arte de procrastinar

    Otras veces, no tiene nada que ver con la acumulación de tareas, sino con nuestro desorden mental. Si no podemos organizar nuestra mente, será difícil que organicemos nuestra vida, por lo que, todo estará pintado por un cierto caos. Seremos desordenados y no sabremos ni por donde comenzar, por lo que, al final, terminaremos dejándolo todo y centrándonos en cosas que podemos controlar y que son mucho más sencillas y gratificantes. Lo peor de todo será, que lo que hagas no lo disfrutarás del todo, porque estarás pensando en que deberías estar haciendo la tarea pendiente, en lugar de estar entretenido, lo cual, aumentará tu culpabilidad, ansiedad y estrés.

    El arte de procrastinar

  • Miedos ocultos

    Muchas veces nos ocurre, que nos cuesta hacer algo porque algún miedo nos ronda por nuestra cabeza, puede ser, miedo al fracaso, a ser juzgado si nos sale mal, miedo al rechazo, miedo a algo desconocido… Lo que ocurre cuando procrastinamos por miedo es que dejamos de avanzar. La autoestima nos juega en muchos casos, malas pasadas, haciendo que nos quedemos siempre en el mismo punto.

  • Perfeccionismo

    El perfeccionismo es realmente otro problema de autoestima. La persona que lo sufre tiene tanto miedo a que las cosas le salgan mal y le juzguen por ello, que se pierde en los detalles, por lo que la acción que debe de realizar se alarga más de la cuenta. Aparece en muchos casos la indecisión de como debe de hacer las tareas o de por donde debería comenzar, y alarga la resolución teniendo que acabarla al final, deprisa y corriendo por falta de tiempo.

    El arte de procrastinar

    Las personas perfeccionistas son muy exigentes y críticas con ellas mismas, por lo que, acaban normalmente con un gran sentimiento de culpa si no han cumplido sus expectativas.

  • Trabajo bajo presión

    Hay personas que tienden a dejar todo para el final por el simple hecho de que, bajo presión están más activos. En realidad, lo que buscan inconscientemente es la liberación de adrenalina que ocurre en estos casos. En esos momentos, la persona se siente con energía suficiente para hacerlo todo, y si logra su objetivo, será fácil que lo repita, ya que, será para él un aliciente para volver a repetir el mismo comportamiento. El problema de ésto es, que tras realizar la acción, los niveles de adrenalina descienden bruscamente, por lo que, la sensación de cansancio físico y mental será enorme, dejándole agotado hasta que los niveles de adrenalina vuelvan a subir.

No hay nada de malo en dejar de vez en cuando nuestras tareas para después, pero si esto se convierte en costumbre, nos generarán un gran caos interno que es necesario resolver, si queremos gestionar nuestra vida de forma adecuada Es necesario entonces empezar a ser conscientes de lo que nos ocurre y descubrir cual es la causa que se esconde cuando procrastinamos, para empezar a poner solución.

Si te interesa el tema o te sientes reflejado, te animo a que estés atento, ya que, en mi próximo artículo, escribiré acerca de distintas estrategias que pueden ayudarte a dejar de procrastinar.


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