Schopenhauer tiene fama de pesimista , y no me extraña. Él parte de que la vida de los seres humanos oscila entre el dolor y el aburrimiento, y que este mundo no es sino un valle de lágrimas.
Pero recordemos que este libro se llama El arte de ser feliz. Schopenhauer nos dice que hay una herramienta para que el mundo nos deje ser feliz: el ingenio humano. De modo que con unas reglas de conducta y de vid podemos llegar a conseguir la única felicidad posible, la felicidad relativa, la ausencia de dolor.
La prudencia práctica, como camino medio, es también una regla general para una vida feliz.
Sin embargo la volición es un problema para conseguir la felicidad; pero mientras tengamos cuerpo es imposible la no volición. La sabiduría entonces consiste en acotar los límites de lo que queremos, de modo que lleguemos a ser más verdaderos y libres.
A Schopenhauer le pasa como a Baltasar Gracián , ambos fundan una ética individual fundada a su vez en un pesimismo sin ilusiones. Una felicidad negativa, es decir no perfecta.
El autor nos da unas reglas para que nuestra conducta hacia los demás y hacia nosotros mismos nos acerque a la felicidad posible :
- Alegría de ánimo, temperamento feliz. Esto nos ayuda a ser alegres y a tener capacidad de sufrimiento.
- La salud corporal.
- La tranquilidad de espíritu .
- Los bienes externos. Epicúreo los divide en tres: bienes naturales y necesarios, naturales y no necesarios y ni naturales ni necesarios.
¿ Qué decide nuestra suerte?
1) Lo que uno es. Nuestra personalidad entendida como salud, vigor, belleza, carácter moral, espíritu y formación del espíritu.
II) Lo que uno tiene. Los bienes materiales y posesiones.
III) Lo que uno representa. La opinión que otros tienes de nosotros, del rango y de la reputación.
La numero uno es la esencial para la felicidad o la desgracia. Lo malo es que la personalidad, lo subjetivo, está determinado para toda la vida, nos lo da la Naturaleza ¿ Nuestra suerte está entonces determinada? No, no nos asustemos. Schopenhauer dice que sí podemos aprovechar esa personalidad dada de la forma más ventajosa posible, conociéndonos a nosotros mismos, y así surge el carácter adquirido. La mayor realidad para nosotros es la propia conciencia. Uno es lo que siente, lo que quiere, lo que piensa. Lo que nos acompaña en la soledad sin que nadie nos lo pueda dar o quitar.
¿Estáis de acuerdo? ¡ A pensar! ¡ A ser felices!
Publicado con Blogsy