La palabra ARTE tiene varias acepciones según nos muestra la RAE, una es: “Virtud, disposición y habilidad para hacer algo. Manifestación de la actividad humana mediante la cual se expresa una visión personal y desinteresada que interpreta lo real o lo imaginado con recursos plásticos, lingüísticos o sonoros. Conjunto de preceptos y reglas necesarios para hacer bien algo”
Pero cada persona tiene su ARTE propia, diferente. De la que aprende, o intenta aprender lo bueno y lo bello; tal vez sea vivir un momento diferente. Salirse del mundo a su alrededor y que es difícil entender.
Entonces se detiene delante de una fotografía, una pintura, un objeto cerámico o quizás toma un libro para captar lo positivo de cada manifestación artística. Esto si en realidad es ARTE.
Porque en ocasiones la persona se confunde y regresas dañado al mundo del que intentó evadirse; eso cuando NO es ARTE verdadera.
Mirando una exposición plástica; disfrutando de una buena película puedes encontrar el amor de tu vida o tu razón de existir.
También si comienzas a disfrutar de un libro, sin que sea un best seller, simplemente te “enganchó”. Y quizás de manera inconsciente, tu metabolismo cambia.
Entonces qué te da ese libro: VIDA; la tuya.
Puede que no solo seas un admirador del pintor, del escultor, del músico, del actor, del escritor…, sin relevancia señalada por una o por la otra; incluso así el arte te influye. Tus cualidades como personas mejoran cuando recorres un museo, entras a un cine o un teatro, o volteas la página final de un libro.
En tu línea de existencia ocurren giros importantes condicionados en ocasiones a un poema, puede que a una estrofa e incluso a un verso de ese poema; quizás lo descubras pasado ya un tiempo, pero estás convencido que te marcó para siempre.
Por eso es tan importante en la vida.