Revista Cultura y Ocio

El arte sombrío, de Juan de Dios Garduño

Publicado el 25 enero 2014 por Xula
El arte sombrío, de Juan de Dios Garduño El arte sombríoJuan de Dios Garduño ISBN: 978-84-15296-99-7 Formato: Rústica con solapas – 256 Pág. Editorial: Dolmen
En Maringouín nunca sucede nada. O casi nunca…
Odette, un huracán de categoría 4, está a punto de cruzar el estado Luisiana y devastar la imperturbable monotonía del pueblo. Pero antes de que esto suceda, los secretos más inhóspitos de sus habitantes saldrán a la luz. Un cuerpo sin vida en las profundidades del pantano Atchafalaya, el asesinato de una vieja alemana con siniestras vinculaciones nazis y la irrupción de un peculiar agente del FBI que busca a un asesino en serie conocido como “el Comercial”… pondrán la vida de todos los vecinos de Maringouin patas arriba
Cuando me enteré de que Dolmen iba a sacar una nueva línea editorial alejada de los zombies pensé que era una idea muy buena. Pero si además la abrían con una obra de Juan de Dios Garduño, ni siquiera intenté hacerme la dura. Más aún siendo una mezcla de novela negra con toques de terror, y habiendo ya leído todo lo anterior suyo. De hecho, casi me gano una multa de tráfico por querer recogerlo en el mismo momento que llegó a la librería donde lo pedí.
Eso sí, pasó algún tiempo dando vueltas en el asiento de atrás de mi coche porque el inicio me pilló con mal pie. Tiene un comienzo complicado, muy coral y lleno de personajes, que puede resultar difícil de seguir. Súmale falta de tiempo y memoria de pez (se me olvidan los nombres de los personajes) y tenemos un abandono probable. Claro que luego entras en materia y te centras. Imposible no hacerlo con esos capítulos tan cortos y los cambios de escena que te llevan a leer otro más porque quieres saber lo que pasó con aquel personaje y resulta que eso no está hasta dentro de otros tres… Y amigos, así es como se consigue enganchar a un lector curioso.
Porque los dicho, personajes hay unos cuantos. Bastantes para una novela de apenas 250 páginas y un pueblo tan pequeño. Y como muere bastante gente, tampoco se tiene que preocupar por desarrollar algunos de ellos en exceso. Pero otros son realmente buenos: por ejemplo el agente del FBI, Athman, es absolutamente genial siempre con su mojito en la mano y el sarcasmo en la boca. También me ha parecido de lo más gracioso (y no sé si esa es la palabra adecuada) el personaje del alcalde, o su mujer y el loco de la gasolinera.
Ya adelantando las impresiones globales, os diré porque me ha gustado tanto la novela: porque es brutal. No brutal de buena (que también), sino por lo sádica y explicita que resulta en algunos puntos. Hasta tal punto que en concretamente en la pagina 195 consiguió provocarme una nausea, y eso ya es mucho decir, así que mi más sincera enhorabuena por ello. Todo está salpicado de sexo (mucho), vicio y sangre. Pero también tenemos obsesiones, secretos y maldad. De eso también hay mucho. Con esto quiero decir que puede no ser apta para todos los estómagos y mentes sensibles, que podrían llegar a pensar que el pobre Juande está trastornado ¿Y quién no? Yo la primera, que felicito a alguien por haberme provocado sensaciones desagradables.
En cuanto a lo de separar las tramas en policiaca y “fantástica”, yo me voy a abstener de valorarlas por separado ya que una sin la otra no tendrían sentido para mí. Puede que la línea de investigación cheque un poco por las formas (o más bien la falta de formas debido a lo estrafalario del personaje) estos deja de tener importancia según avanza la novela.
Porque si con seguridad algo es capaz de provocar, es absorberte hasta perder la noción del tiempo. Una vez has pasado la confusión inicial de personajes, te dejas llevar por el ambiente y las historias individuales que al final se convierten en una sola, unidos por El comercial, los asesinatos y un huracán que dejará aislado al pueblo.
Y aquí es donde puede entrar el pero de la novela, porque es muy King. Pero mucho, y se nota: los capítulos cortos seguidos en la misma página, la multitud de personajes, los ambientes finales claustrofóbicos, individuos que hacen salir lo peor de nosotros…. Al menos se trata de lo que yo llamo el “King bueno” (el que aun se drogaba) y aunque tiene mucho merito evocar de esa forma al maestro, quizá yo veo demasiados paralelismos y en ocasiones he llegado a dudar de quien era realmente la novela.
Sin embargo la narración va muy al grano, con las descripciones justas para ubicarnos. Porque hay mucho que contar y muy pocas páginas. Y no os confundáis, porque me gusta a pesar de que tampoco le hubiera sobrado algo más de inmersión en la atmosfera cajún que le da el toque de superstición que era lo que más necesitaba la historia al haberla situado en Luisiana.
Por otra parte tengo la sensación de que la novela está llena de guiños privados y algunos se me están escapando. Por ejemplo, el agente Athman lleva el mismo nombre que el administrador de Athnecdotario incoherente. O los mojitos que juraría que he visto repetirse en el perfil de Twitter del autor.
La prosa es ágil, sencilla y directa, con un lenguaje que en alguna ocasión puede rozar lo soez pero que impacta en el lector y se le queda grabado. Y eso me ha parecido realista, porque no nos engañemos: la gente habla fatal, y yo la primera.
Y en cuanto al final, creo que el hecho de que te sorprenda o no depende de la atención que hayas prestado a la cantidad de datos iniciales que nos da. Yo até cabos y hacia la mitad ya tenía una idea clara de la mayoría de las cosas. Aunque eso no le quita gracia al final, que es duro y estresante. Sin miramientos ni sentimentalismos, pero sobre todo sin caer en tópicos. Y añade un último guiño final, con una puerta abierta a algo más…
Por supuesto no voy cerrar esto sin mencionar la estupenda portada, del gran Daniel Expósito, como no podía ser de otro modo. Y la verdad que aunque pueda parecer superficial, si no conociera a Juan de Dios Garduño, seguramente me hubiera llamado la atención igualmente por la ilustración.
En resumen, una novela absolutamente recomendable tanto si eres seguidor de Juande (entre las que ya me incluyo), si te gusta la novela negra, la narración de King o simplemente las historias que te dejen pegadas a las paginas.

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