¿Qué entendemos por arte?
¿Por qué delante de una obra de Dalí cómo por ejemplo La persistencia de la memoria (1931), somos capaces de encontrar significado y, delante del Cuadro negro (1915) de Malevich quedamos descolocados y nos atrevemos a afirmar que es lo mismo que una cartulina negra?
Ante todo, hay que partir de la base de nuestros conceptos preconcebidos sobre el arte. Es decir, cuando nos encontramos delante de una obra de arte lo primero que cuestionamos es su belleza, su estética, su harmonía, etc. Si juzgamos una obra de arte por las sensaciones que nos transmite, estaremos hablando de nosotros, no sobre la obra en si. Para entender una obra de arte hay que tener muy en cuenta la intención comunicativa del artista, hay que buscar su contexto para poder estudiarla, entenderla. Para esto tenemos que “preguntar” a la obra de arte, cuantas más preguntas seamos capaces de formularle, más nos hablará.
Podríamos establecer un orden, así es, cuando estemos delante de una obra de arte adoptaremos estas tres posiciones: mirar, entender, interpretar. Sólo entonces seremos capaces de captar realmente lo que el artista quería transmitir. No nos quedemos solo delante de una obra de arte con el “me gusta” o “no me gusta”. Preguntémosle y nos responderá.