Revista Viajes

¿El artículo 13 significa el fin de internet?

Por Martineznotte Alejandro Martínez Notte @martineznotte

El Artículo 13 obligará a todas las plataformas donde se pueda subir contenido de forma masiva, es decir, por ejemplo, YouTube y Facebook, o incluso Wikipedia, a que tengan un filtro que identifique los derechos de autor para todo aquello que se suba para compartir en las plataformas.

El Artículo 11, también conocido como Tasa Google, obligará a los medios conocidos como agregadores (Menéame, Google News y un largo etcétera) a que paguen por reproducir las noticias en sus propias plataformas; algo que ya ocurrió en España, siendo solicitado por los grandes y tradicionales medios de prensa.

La discusión es entre grandes, y de eso no cabe ninguna duda. Por un lado, los medios de comunicación tradicionales, cuya actividad se encuentra claramente regulada desde hace tiempo, solicitan que las reglas sean parejas respecto de los nuevos medios. Por otro, los gigantes de la era digital, a caballo de la libertad de expresión, se defienden; pero son jugadores beneficiados por la falta de regulación, que, en ocasiones, los libera de responsabilidades.

Frente a esto, en el Parlamento Europeo, se analizó durante este año el borrador presentado por el europarlamentario alemán Axel Voss, quien señaló en julio pasado: “Quiero decir que las empresas como Google, Facebook o Amazon tienen que darse cuenta de que las normas del mercado que les han permitido obtener beneficios ingentes también incluyen normas sobre derechos de autor”.

Por eso, se sancionó la directiva cuyos artículos intentan regular el tráfico de contenido en internet, y establecer responsabilidades claras acerca de quién asume costos, económicos y administrativos, por el material que se difunde. Más allá de estar discutiendo dinero, se trata de entender quién es responsable, por ejemplo, por las noticias falsas que circulan por redes sociales.

Y lo que las empresas como YouTube, Google y Facebook señalan, es que, dado que sus algoritmos y robots no son tan inteligentes como para rastrillar sin errores el contenido que circula por sus plataformas, antes que pagar multas por permitir publicaciones que infrinjan estas nuevas normas, procederían a censurar sin mirar demasiado, con tal de cubrirse.

He allí un detalle técnico nada menor: es tanta, pero tanta, la información que minuto a minuto se sube a la red, que controlar eso es imposible hoy día. Después de todo, esa cantidad responde a la libertad con que hoy utilizamos internet, más allá de que las empresas globales señaladas arriba, son las que le sacan el jugo. La verdad es que, después de todo, internet sí tiene dueños o, al menos, peces enormes que absorben la mayoría del tráfico.

No obstante, es cierto que esos gigantes han generado condiciones sin precedentes para el desarrollo de la cultura global. Y, al mismo tiempo, hay que tener en cuenta que no son los autores, es decir, los creadores, quienes protestan. Porque ellos, para sobrevivir, venden sus derechos a empresas que son las que encabezan esta avanzada.

Aunque se trate del derecho de autor y su propiedad intelectual, no es cierto que las discográficas, o las compañías productoras de películas, defiendan los derechos de quienes escriben, piensan, producen. En realidad, defienden sus propios intereses comerciales, porque es su capacidad comercial la que les permite adquirir, por monedas, los derechos de autor de quienes sí crean contenidos.

Sin embargo, es cierto que ellos han sido regulados fuertemente, y las reglas deberían ser parejas. Frente al avance de las nuevas tecnologías, parecen no querer rendirse. Les toca a los estados más poderosos del mundo analizar cómo regular la actividad, sin bloquear la libertad de expresión, ni intentar recaudar sin miras, generando condiciones parejas de juego. Nada fácil.


Martínez Notte es nómada digital. Sus perfiles públicos, sus cuentas comerciales, sus emprendimientos, todo gira alrededor de viajar y crear contenido valioso a partir de ello. La clave es compartir experiencias a través de las posibilidades tecnológicas actuales, sin restricciones. En este video, explica cómo podría terminarse la internet que conocemos y disfrutamos hasta hoy.



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