«En este recuento perspicaz de La Ilíada, una joven maestra griega recurre al poder duradero del mito para ayudar a sus estudiantes a sobrellevar los terrores de la ocupación nazi.»
Reseña escrita por Maudy Ventosa.
«…Creo que la tradición no ha entendido bien La Ilíada; se supone que es un poema épico, heroico, lleno de gente fantástica, de héroes glamurosos y mujeres también glamurosas, pero lo que ha querido decir Homero, y lo que Homero dice más de una vez en el libro es que es el más grandioso poema contra la guerra. Evidentemente, en esta guerra, las principales víctimas no son los héroes que luchan, sino, como ocurre en todas las guerras, son las mujeres y los niños.»
Theodor Kallifatides nos invita a adentrarnos, o releer de nuevo La Ilíada, de manera fácil y sencilla, a través de la memoria y la voz dulce y bonita de la Señorita Marina, la maestra de un pequeño pueblo griego, ocupado desde hace cuatro años -desde 1941- por los nazis. La Segunda Guerra Mundial está llegando a su fin, estamos en 1945. Cada vez que suena la sirena anunciando los bombardeos de los aviones ingleses, la señorita y sus siete alumnos se refugian dentro de una cueva húmeda y oscura, y ahí, intentando acallar el estruendo de la guerra comienza a narrarles el poema de Homero como ella lo recuerda; la lucha sangrienta y cruel de aqueos contra troyanos cuando la bella Helena huye con el mujeriego Paris. Sin dioses; todos son mortales. Durante diez largos años; unos luchan por su vida, otros por su honor y su gloria.
De nuevo, una mañana grata (antes del confinamiento) en la Residencia de la embajada de Suecia, donde Joan Tarrida, director y editor de Galaxia Gutenberg presenta, junto a Theodor Kallifatides su nuevo libro, El Asedio de Troya, que como el anterior Otra vida por vivir, galardonado con el Premio Cálamo, ha publicado esta editorial. La traducción, esta vez del sueco, la ha realizado Neila García.
Kallifatides sabe que apenas hay gente que lea La Ilíada en versión original –un verso de más de cuatrocientas páginas-, y durante diez años pensó en escribirla de nuevo, a pesar de ser consciente de las críticas que iba a recibir. Se marcó, pues, dos objetivos: reescribir La Ilíada (esta vez en prosa) y reflexionar sobre cómo ha cambiado… cuánto ha cambiado la humanidad desde la época de la Guerra de Troya hasta la ocupación nazi del pueblo donde nació. Qué ha pasado durante ese tiempo…
Nos cuenta que escuchó por primera vez la lengua del ciego Homero cuando un rapsoda llegó a su escuela, y lo recuerda como si un enorme albatros cruzara volando el cielo y les descubriera una lengua nueva, un mundo nuevo tras el tremendo silencio que se produjo después de escuchar la declamación. Ochenta y dos alumnos que no se atrevieron a decir nada. La historia lo atrapó y la leyó muchas veces, comparando traducciones, conceptos… Por eso, ahora, se atreve a decir que él sí ha entendido La Ilíada.
Kallifatides siempre se ha hecho preguntas; ahora quiere escribir sobre el alma del hombre, sobre las diferencias entre los hombres y las mujeres de su pueblo y los que aparecen en La Ilíada.
Para establecer este paralelismo, escoge un narrador que bien podría ser él mismo y un pequeño pueblo de Grecia con almendros y moreras, y preciosos atardeceres, ocupado por los alemanes; como el suyo; una madre que canta muy bien y es bella, pero que llora por las noches la ausencia de un marido que ni siquiera sabe si vive, como la suya; un chico que va contento a la escuela porque quiere ser maestro, como su padre, leer muchos libros y, tal vez, escribir uno, y está enamorado de la maestra… ¿Cómo él? Y la vida continúa y juega al fútbol contra los alemanes, porque ¿es la necesidad de amar más fuerte que la de odiar? Son personas normales, mujeres que quieren a sus padres, maridos e hijos y sueñan con ser felices y una vida en paz. De igual manera, las mujeres de La Ilíada, aman a sus maridos, a sus padres, a sus hijos y sufren por ellos; Aquiles, el favorito de los dioses, asesina inocentes sin piedad movido por la sed de venganza; los alemanes, de la misma manera, ejecutan inocentes también sin piedad en este pequeño pueblo, a esos vecinos con los que llevan conviviendo, tomando ouzo, desde el cuarenta y uno. Incluso en la muerte son semejantes, troyanos y aqueos prefieren que sean los perros los que destrocen los cadáveres para despojar de gloria a los héroes caídos; los alemanes colgaban a los hombres del viejo castaño de la plaza, porque ser ahorcado es una manera muy cruel de morir, se le priva a uno del contacto con la tierra… Han pasado tres mil años, siguen existiendo muchas guerras en el mundo, y el dolor, la destrucción y los sentimientos que provocan no son muy diferentes que los que narra el poema de Homero. Tampoco es distinto el corazón de los hombres.
El autor reflexiona tanto sobre el papel de la mujer en la antigüedad, como el que se asume y asigna a las mujeres de ese pueblo griego y, en fin, del mundo entero. Ifigenia, la más joven y amada hija de Agamenón, fue el primer tributo y la primera víctima que hizo que la guerra pudiera comenzar; Katerina era la moza más bella de este lugar y fue asesinada por su padre para salvar el honor de la familia… igual a pesar de los años: el cuerpo de la mujer es el campo sobre el que los hombres se pisan, unos a otros, el honor y la gloria. Siempre son raptadas, entregadas, violadas, esclavizadas por el vencedor…
Hemos aprendido poco… o nada. Briseida dice a Aquiles: es hermoso ser justo en la hora de la derrota, pero más hermoso aún es ser justo en la hora de la victoria. Es posible que aún no estemos preparados para la victoria.
Es un libro hermoso, de lenguaje sencillo y directo; difícil porque te enfrenta a ti mismo y te sacude. Te atrapa la historia de su pueblo, la belleza de la narración y la honestidad de este autor entrañable de mirada triste que está aprendiendo nuestro idioma y por el que siento una debilidad especial. Su próximo libro se llama Amor y morriña, que trata de la añoranza de su país de origen y, como nos dice, se pueden añorar muchas cosas, pero el país de origen se añora de manera muy especial. Tras buscar conceptos sobre añoranza, encontró morriña.
PERSONAJES:
- El Narrador tiene quince años y está enamorado de la Señorita, la Maestra. Su padre –también maestro- ha sido cesado y encarcelado por los alemanes. No puede ser feliz porque lo añora y su madre llora por las noches; su amor adolescente, no correspondido, le quema en el pecho. No cree en Dios; cree en las personas, sencillamente. Se le nota todo…
- La Señorita Marina es la nueva maestra. Es joven, delgada, como un haz de luz; de mirada ardiente y manos bonitas. Los alumnos le llaman La Bruja, porque los perros se callan a su paso. Cuando da paseos por el campo camina rápido, como si fuera detrás de alguien o como si alguien fuera tras ella. Su pañuelo huele a limón. Come menos que un gorrión. Habla alemán porque ha estudiado en Heidelberg antes de la guerra.
- La madre tiene una voz bonita y un gran talento para ser feliz, aunque llora por las noches. Su hijo cree que es como la gente que se emociona con facilidad, por eso es también fácil de consolar. Y también huele a limón. Solo son los dos.
- Dimitra es la única alumna de la escuela y su mejor amiga. Se han criado juntos, como hermanos. Cree que ella es su cuerpo, y que su cuerpo no es ningún campo de batalla… El abuelo dice que es una buena anguila… Odia ser una chica porque no quiere ser como su madre, que no estudió y se casó con un borracho. Ella quiere casarse con un poeta como Homero, aunque sea ciego.
- El abuelo tiene ochenta y dos años y bromea. No quiere morirse hasta ver cómo termina la guerra. De joven había emigrado a América, pero volvió porque no podía estar lejos de su tierra.
- María es la abuela, menuda y siempre vestida de negro. Apenas tiene dientes, pero sí una gran determinación y no quiere ver sufrir a su hija. Siete aceitunas arrugadas y un trozo de cebolla le sirven para el camino.
- El señor P. es el padre de Dimitra y bebe ouzo y vino hasta que se vuelve charlatán y fanfarrón.
- La casera de la Señorita, es una mujer mayor que lo mismo cuida un rasguño que una pierna rota. Conoce muchos remedios extraídos de las plantas.
El capitán alemán, según dicen, es un ferviente católico y hace de árbitro cuando se juega el partido de fútbol entre los chicos del pueblo y los alemanes; el alcalde se sienta a la mesa del capitán, y toman café en el bar de la plaza; Wolfgang es piloto, rubio y apuesto; Erich también es piloto, moreno y bajito… y Paris excepcionalmente hermoso; y Melenao, esposo de la bella Helena y rey de Esparta que guarda las palabras de amor para sus caballos; y Agamenón, rey griego padre de la joven Ifigenia; y Aquiles, el mayor de todos los héroes, y Ulises; y el troyano Príamo padre del valiente Héctor…Y muchas mujeres, algunas hijas de reyes, todas bellas, vendidas como esclavas a los vencedores de las contiendas, Briseida, y Andrómaca, esposa de Héctor y más…; y tantos héroes mortales que no conocen la piedad; solo ansían la gloria y dejar huella en la historia…
SINOPSIS de EL ASEDIO DE TROYA.
En este recuento perspicaz de La Ilíada, una joven maestra griega recurre al poder duradero del mito para ayudar a sus estudiantes a sobrellevar los terrores de la ocupación nazi.
Las bombas caen sobre un pueblo griego durante la Segunda Guerra Mundial, y una maestra lleva a sus alumnos a una cueva para refugiarse. Allí les cuenta sobre otra guerra, cuando los griegos sitiaron a Troya. Día tras día, cuenta cómo los griegos sufren de sed, calor y nostalgia, y cómo se enfrentan los oponentes: ejército contra ejército, hombre contra hombre. Los cascos se cortan, las cabezas vuelan, la sangre fluye. Ahora son otros los que invaden Grecia, el ejército de la Alemania nazi. Pero los horrores son los mismos miles de años después.
Theodor Kallifatides proporciona una notable visión psicológica en su versión moderna de La Ilíada, minimizando el papel de los dioses y profundizando en la mentalidad de sus héroes mortales. La epopeya de Homero cobra vida con una urgencia renovada que nos permite experimentar los eventos como si fueran de primera mano, y revela verdades eternas sobre la insensatez de la guerra y lo que significa ser humano.
El autor:
Theodor Kallifatides ha publicado más de cuarenta libros de libros de ficción ensayo y poesía traducidos a varios idiomas. Nació en Grecia en 1938, y emigró a Suecia en 1964, donde consolidó su carrera literaria. Ha traducido del sueco al griego a grandes autores como Ingmar Bergman y August Strindberg, así como del griego al sueco a Giannis Ritsos o Mikis Theodorakis. Ha recibido muchos premios por su trabajo tanto en Grecia como en Suecia, país en el que reside actualmente.
Galaxia Gutenberg publicó en 2019 su obra Otra vida por vivir, que ha merecido el Premio Cálamo “Extraordinario 2019”.
El libro:
El asedio de Troya (título original: Slaget om Troja, 2018) ha sido publicado por la Editorial Galaxia Gutenberg en su Colección Narrativa. Traducción del sueco de Neila Gacía Salgado. Encuadernado en rústica con solapas, tiene 172 páginas.
Cómpralo a través de este enlace con Casa del Libro.
Como complemento pongo un vídeo en el que Theodor Kallifatides nos habla de su libro El asedio de Troya.
Para saber más:
Theodor Kallifatides en Wikipedia.