Empiezan los meses de frío y con ello empiezan a verse las crisis asmáticas en los servicios de Urgencias. Dada la alta prevalencia del asma en nuestros niños, vamos a dar un repaso al asma en varios posts.
¿Qué es el asma?
Es una enfermedad inflamatoria crónica de la vía aérea. Esta inflamación conduce a un aumento de la reactividad bronquial que provoca los episodios recurrentes de tos, sibilancias ("pitos") y dificultad para respirar. Estos episodios se deben a la obstrucción al paso del aire, que es reversible o bien de forma espontánea, o bien con el tratamiento.
¿Cuales son las causas?
No hay una causa única. El asma es una enfermedad provocada por la interrelación de factores genéticos y factores ambientales.
El asma tiene un caracter hereditario. Se sabe que si el padre, la madre o ambos la padecen, la probabilidad de que los hijos estén afectados es mucho mayor. Esta enfermedad sólo puede desarrollarla aquel individuo que esté predispuesto genéticamente para ello. Sin embargo, para que se desarrolle es necesario además el concurso del medioambiente. Es decir, tiene que haber factores ambientales que actúen en las personas genéticamente predispuestas para que se produzca el asma. Sin ellos, aún con esa predisposición, es imposible que la enfermedad se manifieste.
Los factores ambientales que se han relacionado con la aparición del asma son múltiples:
- Infecciones respiratorias virales
- Alérgenos: ácaros, pólenes, mascotas, hongos
- Contaminación atmosférica
- Obesidad
- Dieta: comida rápida, ausencia de dieta mediterránea, escaso consumo de vitamina C y zinc.
- Circunstancias de la vivienda: humedad, cocinas o estufas de gas
- Hábito de fumar de los padres: durante el embarazo y en el hogar
¿Cómo se produce?
En los bronquios de las personas asmáticas se origina una inflamación, de intensidad y duración variables según el nivel de gravedad. Esta inflamación está presente en muchos asmáticos incluso en los periodos que no presentan síntomas. El proceso inflamatorio provocado por los diferentes factores produce un aumento del grosor (edema) de la capa que cubre el interior del bronquio (llamada mucosa), un aumento de la secreción de moco y una contracción de los músculos de la pared bronquial (llamada broncoespasmo o broncoconstricción). Estos tres elementos (edema, secreción de moco y broncoespasmo) son los que provocan el estrechamiento de los bronquios, determinando que el aire entre y sobre todo, salga con dificultad y que aparezcan los síntomas y signos de la enfermedad.
Otra característica propia del asma es la presencia de una mayor sensibilidad de los bronquios, que reaccionan de forma exagerada ante estímulos que en otras personas no provocan problemas (frío, ejercicio, humos, espráis, ect). Esto es lo que se conoce como hiperreactividad bronquial, y se manifiesta más fácilmente si los bronquios están algo inflamados previamente. Para compensar la dificicultad para respirar, los músculos deben realizar más esfuerzo, con lo que se aumenta el trabajo respiratorio. La respiración se hace más frecuente y la tos aumenta con el fin de limpiar y abrir el bronquio.
¿Con qué enfermedades se asocia frecuentemente el asma?
Fundamentalmente con aquellas que tienen que ver con la alergia, más concretamente la rinitis, conjuntivitis, dermatitis atópica y alergia alimentaria.
La rinitis alérgica es quizá la enfermedad más intimamente relacionada con el asma. Se produce también por una inflamación de la mucosa nasal y se desencadena por múltiples factores como ocurre en el asma, entre los cuales los alérgenos (ácaros, pólenes, etc) son los más frecuentes Se manifiesta por los siguientes síntomas: obstrucción nasal al paso de aire, secreción de moco y líquido nasal, estornudos repetidos y picor en las fosas nasales. En ocasiones, la rinitits se complica con una sinusitis. Es importante tratar la rinitis y el asma al mismo tiempo ya que la mejoría de la primera parece que contribuye, en muchos casos, a la mejoría del asma.
La conjuntivitis es una inflamación de la conjuntiva ocular y produce enrojecimiento, hinchazón, lagrimeo y picor en los ojos.
En cuanto a la alergia alimentaria, los alimentos no son desencadenantes del asma. Sin embargo, en pacientes alérgicos a determinados alimentos, la ingesta de uno de ellos puede traer como consecuencia una reacción grave que afecte a diversos órganos, entre ellos el aparato respiratorio, lo que provoca síntomas de asma.