¿Cómo se trata el asma?
Como se ha mencionado en anteriores posts, el asma es una enfermedad inflamatoria crónica que se acompaña de crisis agudas y en algunos pacientes, de síntomas persistentes. Para controlar el asma es necesario tratar no sólo los episodios agudos, si no también la inflamación bronquial que los favorece y que provoca los síntomas continuos en algunos pacientes.
Además de la educación del paciente y su familia para el manejo del asma, es importante tomar medidas de control medioambiental: evitar alérgenos (polen, ácaros, mohos...) e irritantes (tabaco, sprays, contaminación ambiental) que puedan desencadenar un ataque de asma.
El tratamiento farmacológico se divide en: tratamiento para la crisis aguda, para prevenirlas y mantener el control de la enfermedad, y para la alergia si es necesario.
¿De qué medicamentos se dispone?
Hay dos grandes tipos de medicamentos, según su función:
- Medicamentos aliviadores o medicamentos de rescate: se utilizan en las crisis o cuando hay síntomas, ya que los alivian una vez que han aparecido. Para ello se utilizan los broncodilatadores de acción rápida que relajan los músculos de los bronquios. Tienen un efecto inmediato, pero no influyen en la inflamación y por tanto, en la enfermedad a medio o largo plazo.
Si es necesario usar este tipo de medicación con frecuencia, significa que el asma no está bien controlada, por lo que será necesario pautar un tratamiento preventivo o modificarlo si ya lo recibe.
Medicamento broncodilatador
- Medicamentos preventivos, tratamiento de control, de mantenimiento o de fondo: son lo que previenen o controlan el asma para que no aparezcan los síntomas. Los principales son los antiinflamatorios, fundamentalmente los corticoides inhalados y los antileucotrienos, que actúan eliminando la inflamación de los bronquios y, por tanto, su excesiva sensibilidad. Se deben tomar de forma continua, incluso en ausencia de síntomas. Si la sintomalogía persiste a pesar del tratamiento, es conveniente acudir al pediatra para una posible modificación del mismo.
Medicamento antiinflamatorio
¿Qué tipo de broncodilatadores existen?Existen dos tipos fundamentalmente:
- Broncodilatadores de acción rápida (salbutamol, terbutalina): son los más empleados. No tienen acción preventiva, sólo alivian los sintomas porque ayudan a abrir el bronquio de forma transitoria durante un ataque de asma. Cuando se usan su efecto se nota rápidamente, generalmente al cabo de 5-10 minutos, aunque a las pocas horas desaparece.
- Broncodilatadores de efecto prolongado (salmeterol, formoterol): su acción broncodilatadora dura más tiempo, hasta unas 12 horas. A pesar de su efecto broncodilatador, deben ser usados acompañando a un tratamiento antiinflamatorio. En los niños se usan como tratamiento de mantenimiento y siempre combinados con los corticoides en el mismo dispositivo de inhalación.
Existe además un tercer tipo de broncodilatador, llamado bromuro de ipratropio, que se usa mucho menos. Cuando se utiliza, ha de ir asociado a salbutamol o terbutalina, ya que la acción de los dos potencia el efecto broncodilatador. Hoy en día su uso está restringido al ámbito de las urgencias.
¿Qué tipo de medicamentos tenemos para el tratamiento de fondo del asma?
Hay varios tipos de medicamentos preventivos o de control. Estos se usan durante periodos prolongados de tiempo. Los más usados son:
- Corticoides inhalados: son los más eficaces para el control del asma. Se usan generalmente dos veces al día. Su máximo efecto no se alcanza hasta las 4-6 semanas de su inicio. Son eficaces sobre todo en casos de niños con asma persistente (que tienen síntomas también fuera de las crisis o alteraciones persistentes de la función pulmonar) y menos útiles para tratar a los niños que sólo tengan crisis ocasionales y que entre las crisis estén totalmente bien.
- Antileucotrienos (montelukast): tienen la ventaja de administrarse por vía oral, en pastillas masticables o en gránulos. Son menos potentes que los corticoides inhalados. Se toman una vez al día.
- Asociaciones de corticoides inhalados con broncodilatadores de acción prolongada: esta asociación es especialmente útil en niños con asma grave y en asma moderada que no se controla con dosis bajas o moderadas de corticoide inhalado. Permite controlar mejor la enfermedad sin tener que aumentar la dosis de corticoides.
- Corticoides orales: su uso más habitual es como tratamiento de alivio en las crisis moderadas y graves que no responden bien a los medicamentos y broncodilatadores en un ciclo de unos 3-5 días.
¿Cómo se estructura el tratamiento del asma?
Inicialmente, el tratamiento se establece según el nivel de gravedad. Posteriormente, el médico decidirá las subidas o bajadas de medicación de acuerdo con el grado de control del asma que alcance el niño.
Los niños con asma episódica ocasional (menos de 4 o 5 crisis al año, sin síntomas entre crisis y sin alteraciones en la función respiratoria) no precisan ningún tratamiento de control. Pueden utilizar sólo los broncodilatadores cuando tengan los síntomas o crisis agudas.
Los niños con asma episódica frecuente (6-8 crisis al año y/o con síntomas durante los esfuerzos intensos y/o alteraciones leves pero persistentes en su función respiratoria) deberán utilizar un medicamento de control, bien sean corticoides inhalados a dosis bajas o bien montelukast, según la indicación del médico. Si no se controla bien, o en casos de asma moderada, se puede utilizar una asociación de ambos medicamentos o una asociación de corticoides inhalados con broncodilatadores de acción prolongada. Estas asociaciones permiten evitar el uso de dosis más altas de corticoides inhalados.
En los casos de asma más grave se usan combinaciones diferentes con los medicamentos disponibles, a fin de encontrar la más eficaz y con menor riesgo de efectos adversos para llegar al control de la enfermedad.
De forma periódica el pediatra verificará el control del asma y podrá cambiar la medicación reduciéndola, suspendiéndola o aumentándola.