La Isla de Wight estuvo cuatro siglos bajo dominio romano. Una de las villas excavadas de más interés es la de Brading, al Este y muy próxima al litoral. Un bonito edificio semicircular cobija el Museo de los Mosaicos.
Se visitan doce habitaciones y entre dos de ellas encontraremos el mosaico del astrónomo que señala una esfera estelar y con un reloj solar al fondo. El modelo se extiende por todo el imperio, de Oriente Medio a las Islas Británicas.
El reloj complementa la dedicación del astrónomo con una de sus aplicaciones. La Tierra esférica y el universo girando sobre el eje del mundo fue el modelo hasta Copérnico.
El mosaico más conocido es el del hombre-gallo. Hay diversas interpretaciones. Una de ellas está muy ligada a la mística astronómica y a la numerología. Se trataría de Abraxas, un súper Díos. Sus siete letras son los siete planetas y la suma de sus cifras da 365, el año. Los griegos usaban las letras como números: por ello sus cifras se prestaba a estas especulaciones.
En los jardines del recinto han tenido el acierto de instalar un colorista reloj analemático, un reloj solar que utiliza como gnomon a la propia persona, que ha de colocarse en el mes correspondiente para obtener la hora correcta.