Metido en asuntos que le superan
La presente obra representa la flexibilidad que nos ofrece la novela negra. Es posible que quepa un grupo compuesto por un investigador privado bisoño, un ama de casa de ayudante y un guardia civil retirado. Es posible que nos muestre los entresijos de una ciudad, Málaga, que no es muy concurrida en esto de la literatura. Y es también posible que todo arranque desde la búsqueda de una novela y que se retuerza tanto que haya muertos por medio.Eso y más pueden dar de sí la novela negra. Es muy cierto que no es una novela negra en el sentido más claro de la palabra. De negrura poco, más con alguna referencia cruzada que por lo que sale en la novela, pero y aún así funciona bien. Es cierto que el protagonista, Mario Medina, no es el homónimo de Sam Spade o de Philip Marlowe o ya puestos en plan nacional con Pepe Carvalho ni con el inspector Mendez, pero nos ofrece algo un tanto novedoso y es un personaje metido en tejemanejes que claramente le superan.brutalidad desde un punto de vista cotidianoSe resuelve con astucia la brutalidad, lo cual, es un punto a favor de la novela. Y esa brutalidad se nos muestra desde un punto de vista cotidiano y por personas que no suelen hacer uso de la fuerza en exceso. Pero no vayamos al final cuando ni siquiera hemos comentado el comienzo.Todo arranca con la petición de investigación de una novela extraviada. Mario Medina se hará cargo del asunto y husmeará en la vida del escritor, Eladio Struber, cuya vida podría pasar por azarosa o por caprichosa. Nos llevará a la Argentina de la dictadura más brutal y a los montoneros, pasando por el periodismo, negocios turbios y lo que siempre lleva ocurriendo en la costa, negocios inmobiliarios. Mario Medina pasará por un periodo personal convulso y que se entremezclará con sus pesquisas.Uno de los principales activos de la novela es la inmersión en una ciudad diferente a la que todos conocemos. Málaga casi irreconocible, en donde, como toda buena ciudad tendrá sus lados más oscuros y otros más atrayentes. Sin duda los lados oscuros tienen literariamente más empaque, aunque apenas se vislumbran. Alberto Llamas nos provee de una prosa precisa y funcional, con un ritmo muy elevado que ayuda a una lectura rápida y sencilla. Sin duda más pendiente del desarrollo de la trama que de un lucimiento narrativo.La trama está perfectamente bien enlazada, con sus sorpresas y sus cambios de dirección. Sin duda es uno de los puntos más fuertes de la novela, porque casi no se sospecha como discurrirá el final de la historia, pudiendo haber variantes de carácter insospechado.
Una lectura agradable y diferente. Sin duda algo nuevo en lo habitual en la novela negra. El autor es capaz de mantener en pie una novela con algo tan manido como el investigador privado y provocar que nos la leamos de cabo a rabo. Y siempre teniendo en cuenta que la realidad se respira en toda la novela, nada hay que sea extraordinario o que desentone y eso tiene un mérito elevado.Unomasuno, 2013Compra en Casa del Libro
Sergio Torrijos