“Te lo están dando todo por nada. España es un país increíble, pero como está enfermo es el momento de aprovecharse”, solía decir Donald Trump.
Igual que los buitres, que esperan pacientemente su momento para atacar a su moribunda presa, los fondos de inversión del mismo nombre esperan el momento ideal para comprar al menor precio posible deuda de Estados y de empresas al borde de la quiebra para luego despedazar y vender caro, obteniendo de esta forma altas rentabilidades sin asumir demasiados riesgos. Aunque el nombre de estos fondos explica muy bien lo que son, los operadores financieros prefieren llamarlos fondos oportunistas o “distressed debt”.
Hay unos 200 fondos de este tipo que sobrevuelan España, muy interesados en situaciones complicadas, mercados a la baja, inmuebles de difícil venta, activos cuyos propietarios son insolventes o deudas abultadas, todo ello en un país que para ellos es como un campo después de la batalla. Por otro lado tenemos ejemplos de empresas que están en manos de dichos fondos, como Pikolin, Blanco, Fagor, Scalextric, Clesa o el grupo Prisa. Actualmente estos fondos gestionan más de 277.000 millones de euros del negocio inmobiliarios.
En la naturaleza los buitres desempeñan un papel fundamental en el ecosistema, y en economía, también lo hacen. Las “presas” favoritas de estos fondos son los bancos y empresas fuertes es su mercado pero endeudadas, los cual supone una oportunidad para deshacerse de lastre financiero y activos tóxicos, ofreciendo liquidez inmediata.
Lo malo de esto son las duras condiciones que exigen, que también pueden afectar a los clientes con créditos hipotecarios de los bancos involucrados. También hay que señalar que estos fondos están formados con capital extranjero que llegan para irse en poco tiempo con beneficios, no para potenciar nuestra economía. Estos fondos se ensañaron con Argentina durante el corralito y no se anduvieron con miramientos cuando el ayuntamiento de Detroit entró en bancarrota, siendo estos los tipos de fondos de inversión los que más ganan con la crisis.
Cuando hablamos de fondos buitre hablamos de fondos que basan sus ganancias en la especulación financiera, y que no hay que confundir con inversión, pero no deja de ser lógico comprar al mejor precio posible en función de la situación del mercado, algo que también hacemos cada uno de nosotros dentro de nuestras posibilidades. Nos guste o no, vivimos en un sistema económico donde predomina la ley del más fuerte.