El ataque más grave a la soberanía del estado fue la modificación del artículo 135 de la CE

En estos tiempos que corren, en que tanto se habla de soberanía, me gustaría recordar que fue un 2 de septiembre del año 2011 cuando se produjo el que realmente fue el ataque más grave a la soberanía y a la democracia del estado español, y este no fue causado ni por los nacionalistas catalanes o vascos, ni perpetrado por ejército alguno, sino por el gobierno de entonces, PSOE, con el total apoyo del entonces partido de la oposición, el Partido Popular.

Siguiendo los mandatos de la UE, y los intereses neoliberales que la rigen, el gobierno del estado decidió renunciar a parte de su soberanía modificando un artículo de la sacro-santa Constitución, el 135, para garantizar con ello el cumplimiento de la estabilidad y el déficit impuesto por la UE, dejando claro que los mercados y ciertas instituciones económicas estaban por encima de las necesidades de la ciudadanía y del país.

Tras la modificación del artículo 135 se procedió a su desarrolló a través de la LO 2/2012 de Estabilidad Presupuestaria y Sostenibilidad Financiera, la cual incluso en su artículo 26.1 (foto adjunta) amenaza con medidas coercitivas a todas aquellas comunidades que no cumplan con los objetivos de déficit a través del famoso artículo 155 de la Constitución Española.

Nuestros supuestos representantes políticos vendieron la soberanía de todo un país con nocturnidad y alevosía, pues no olvidemos las prisas con las que se hizo en pleno verano del año 2011 sin apenas debate y sin explicar a la opinión pública lo que ello podía suponer. Tampoco quisiera olvidarme de recordar como la entonces Convergència no sumó su voto al de PSOEcialistas y populares por un unos pequeños flecos. Pues no olvidemos la contradicción permanente en la que están ciertos partidos nacionalistas de ideología claramente neoliberal como la antigua Convergència, actual PDeCat, la cual se han subido al carro del independentismo pero contrariamente a lo que debería ser la búsqueda de la plena soberanía no contemplan un nuevo estado catalán lejos de la UE y de la moneda única, y por consiguiente no tendrían pudor alguno en ceder o regalar parte de su soberanía económica a los mercados y al capital, para beneficio de ciertas élites y perjuicio del proletariado y ciudadanía catalana.

MSNoferini