Nunca habría que permitir que el sistema educativo interfiriera en la educación. Son dos cosas totalmente diferente. La educación parte del propio raciocinio del aprendizaje, y el sistema educativo es un ente que persigue la formación que va demandando la sociedad en sus distintos tiempos, roles y en su justa discriminación. Educación y formación no es lo mismo. La persona más formada puede ser tan energúmena como el que más. Un "titulillo" no te hace educado. Un traje y una corbata, tampoco. Un sistema educativo que persigue lo políticamente correcto es una mierda de sistema educativo. Pero eso, para muchos sólo queda desaprender para volver a aprender. -Oiga, es que me coge muy mayor-. La ley de mínimo esfuerzo es mucho más poderosa que el espíritu crítico que conlleva la educación. Darse cuenta de tal hecho es una de las desiluciones mayores que uno se puede echar en cara, y más, cuando los practicantes se te ríen "in to the face" (por no crear cocatenación). Más vale, y mejor rendimiento da, "una/un" "asustaviejas" que un ejército. Quédate en tu sillón viendo la tele y deja que unos tíos sin educación y con escasa formación social dirigan el país desde una "Moncloa" metiéndote miedo y merendándose tu futuro para dárselo a sus hijos y a los hijos de sus hijos. Podrás lograr todo el dinero del mundo, pero jamás te dejarán codearte con la bastardía política. Así que hazle la "bola" al mandamás y recoge sus migajas como un vago come pan duro por no levantarse dos metros a por el que es del día. Somos presa del puto sistema educativo cuyo sentido de la educación se basa en el acatamiento de las formas establecidas y el respeto merecido a la ralea del pudiente. Si te mueves bien por esos lares, te auguro un gran éxito en la vida. Este es el augurio: Que el dinero y el tesoro sea abundante.