> La cirugía de aumento mamario es la operación estética más demandada en España, que se practica a mujeres de entre 18 y 40 años y representa el 25% de las intervenciones estéticas
> La elevación de senos es otra de las cirugías más frecuentes en los últimos años, realizada en mujeres de mayor edad, como resultado del envejecimiento de la mama, además de las consecuencias derivadas de embarazos y lactancias
La cirugía de aumento mamario es la operación estética más demandada en España y se practica, principalmente, a mujeres de edades comprendidas entre los 18 y 40 años, representa el 25% de todas las intervenciones esteticas. El auge de esta operación quirúrgica ha hecho que su evolución sea mayor en los últimos años, definiendo con mayor precisión sus posibilidades para cada paciente y, sobre todo, poniendo en valor la importancia de la consulta preoperatoria.
Tendencia hacia lo natural
“En los primeros años de auge de la cirugía mamaria primaba el aumento de la mama, abusándose de implantes desmesurados que, posteriormente, han desembocado en nuevas cirugías de revisión o reducción”, ha declarado el experto y reconocido cirujano español Dr. José Luis Martín del Yerro, jefe de la Unidad de Cirugía Plástica del Hospital Quirón Montepríncipe, especialista mundial en cirugía de la mama y uno de los pioneros del uso de prótesis anatómicas. La tendencia actual radica en el aspecto natural de la mama, dando mayor importancia a la forma anatómica hasta conseguir unos senos bonitos y proporcionados.
Un ejemplo de ello es la, cada vez más demandada, mastopexia o cirugía de elevación de senos, practicada, sobre todo, a mujeres a partir de los 40 años, como resultado del envejecimiento de la mama, además de las consecuencias derivadas de embarazos y lactancias. “En la lactancia y el embarazo, la piel de la mama se da de sí y en consecuencia, cuando la mama regresa a la normalidad, el volumen de piel es excesivo y la mama se cae, dando un aspecto envejecido y poco atractivo”, ha recalcado Martín del Yerro.
Posibles anomalías de las mamas
Las diversas formas y estéticas de las mamas se deben, entre otras cuestiones, a diferentes anomalías que pueden presentar. Entre ellas, la más frecuente son las mamas tuberosas, que en la raza caucásica afectan en torno al 3-5% de las mujeres, según ha afirmado el experto. Esta malformación de las mamas consiste en un crecimiento de las mismas en forma tubular, con un desarrollo insuficiente de la parte inferior de la mama, provocando en muchos casos caída o diámetro excesivo de la areola. “Sin embargo, a pesar de su aspecto estético diferente, desde el punto de vista funcional, las mamas pueden lactar con normalidad”, ha comentado el especialista.Este efecto se produce durante el desarrollo de la mama en la adolescencia debido a un aumento de la densidad del tejido mamario y subcutáneo, formándose una banda de constricción, que impide el normal desarrollo de la mama y la obliga a crecer hacia adelante.
“Las mujeres que tienen este tipo de mamas, especialmente en el momento de su desarrollo, pueden padecer una serie de trastornos de imagen corporal, con retraimiento y dificultad para enseñarlas, lo que hace que muchas de ellas decidan mejorar su forma y recurrir a la cirugía para ello”, ha afirmado el Dr. Martín del Yerro. Estas mamas requieren, por lo general, de una cirugía de aumento y de remodelación de la forma para conseguir una mama atractiva estéticamente.
Precauciones postoperatorias
Entre las posibles precauciones de la cirugía mamaria destaca la importancia de la esterilidad, tanto en los materiales empleados para la operación como en la propia piel del paciente. “Es algo evidente en todas las cirugías pero, en el caso de las operaciones mamarias, todavía más, pues se puede producir un fenómeno llamado contractura capsular, que no aparece de forma inmediata, pero sí a la larga”, ha advertido el doctor.
Esta contractura capsular se produce cuando la prótesis mamaria no respeta su consistencia blanda y natural sino que se endurece debido a la aparición de una cápsula alrededor del implante, generada por el propio paciente. “Se trata de un fenómeno que los cirujanos hemos observado desde hacía tiempo pero desconocíamos su origen. En la actualidad ya sabemos que esa contractura es una reacción del cuerpo no frente a la prótesis, sino como consecuencia de una contaminación por gérmenes del organismo, lo que a veces obliga a cambiar el implante por uno nuevo”, ha asegurado el experto.
A pesar de que este tipo de cirugía mamaria no requiere de la apertura de grandes cavidades y de que tanto la técnica quirúrgica como la anestesia sean poco invasivas, el Dr. José Luis Martín del Yerro ha resaltado la importancia de escoger un buen quirófano, equipo, prótesis y hospital, “ya que no debemos olvidar que se trata de una operación quirúrgica y, por tanto, es importante tener todo controlado por si surgiera cualquier incidencia quirúrgica o anestésica y hacerlo con una buena rutina”.
(Fuente: Mentor)