Revista Deportes
Habréis oído hablar de deportistas que se
rindieron a los excesos. Creedme, muy pocos alcanzarán los niveles de golfería
del de hoy.
El ‘George Best’ serbio, así lo llamaban. Pero no era por sus regates a pares, ni siquiera
por su estética setentera. Más bien por esas otras ‘aptitudes’ del fiestero yugoslavo.
Salidas de tono contantes, alcohol, drogas y mujeres. Muchas mujeres. Muchas (debe quedar claro que fueron muchas). A
finales de la década de los 90, quiso tener un “pequeño” detalle con sus nuevos
compañeros del Aston Villa durante una visita a Londres. Menuda sorpresa se
llevaron los Dwight Yorke o Mark Bosnich, entre otros, cuando al salir del hotel se encontraron frente a ellos un autobús de
dos plantas repleto de modelos y
con Sasa al frente del volante. Carne de cañón para los magazines del corazón. Un
festín circulando por las calles londinenses a razón de 25.000 libras.