Desde pequeños muchos de nosotros hemos sido un poco temerarios. Desde el típico “Mira mamá, sin manos!” en bicicleta, pasando por tirarnos de cabeza al agua o comiendo algo a sabiendas que nos podría hacer mal en uno de nuestros viajes por vacaciones. Esto de por sí no tiene por qué ser malo, los errores nos ayudan a madurar y nos hacen personas mejores.
Hace cinco años tuve un accidente mientras transitaba en bicicleta. Un coche se atravesó en mi camino al incorporarse a la vía sin mirar. Debía detenerse y hacer un STOP pero no debió verme y se cruzó en el camino golpeando su puerta. Por suerte pude frenar a tiempo ya que tampoco iba muy deprisa y la cosa quedó en unos arañazos, el susto tras el golpe y la bicicleta un poco doblada. Por suerte el conductor contaba son su cobertura de seguros 123 al día y se ofreció en acompañarme a la clínica para ver mi estado de salud. Hoy el choque se habría evitado con la tecnología usada por los vehículos sin conductor.
Volviendo al primer párrafo. Somos personas y como tal aprendemos de nuestros errores para buscar la mejor forma de reducir la posibilidad de accidentes. Primero fue el refuerzo de las estructuras de nuestros vehículos, luego la mejora de los sistemas de dirección y frenado, además de la llegada del airbag. Ahora vivimos una nueva revolución con la llegada de los sistemas de conducción autónoma donde es el coche quien nos asiste o conduce por nosotros de forma automátizada con la principal misión de llevarnos a nuestro destino de la forma más segura y eficiente posible.
El momento clave llegará cuando los coches no solo sean autónomos, sino cuando estén conectados y no se espera que el conductor vigile el vehículo. Es decir, cuando el propio automóvil se comunique con el resto de coches que circulen a su alrededor.
Mientas esperamos ese momento, según los expertos llegará en una fecha cercana a 2050, podemos jugar con esa idea. En realidad gracias al hardware y software libre es posible experimentar con esta tecnología en nuestras casa. Por ejemplo usando una Raspberry Pi.
Automotive Grade Linux (AGL) es un proyecto que se creó con el objetivo de crear una plataforma que permita la creación, implementación y mejora de sistemas de navegación y comunicación, seguridad y las funciones de infoentretenimiento al volante, un proyecto común entre varios desarrolladores para ofrecer a los vehículos conectados una plataforma de software open-source común a todos.
Actualmente nombres como Oracle,NXP, Texas Instruments, Qualcomm, Toyota, Nissan, Nvidia, Google, etc se suman a este proyecto que cuenta muchos alicientes de futuro.
AGL lanzó este verano el Unified Code Base 2.0, la segunda versión de una de las partes clave del proyecto que entre otras cosas aumenta el soporte hardware. Entre los grandes beneficiados, la Raspberry Pi, que ya puede ser utilizada para ser el centro de operaciones de esta plataforma.
Esto no significa que podamos crear un coche autónomo casero de la noche a la mañana. Pero sí que podemos aprender y acércanos a un futuro que está por llegar.
Más info: http://www.theregister.co.uk / https://www.automotivelinux.org/