Revista Libros
Publicada originalmente en el año 1908, esta estupenda novela está basada en una experiencia real de Robert Walser, quien vivió una situación laboral semejante a la que plasmó en este texto. De la misma manera que Joseph Marti en la casa del ingeniero Karl Toblerf, Walser se mantuvo fiel a su jefe hasta que desapareció el último céntimo de la casa y sólo quedaron los recuerdos y las deudas. En este sentido, la vida laboral de Walser se desarrolló a través de trabajos de todo tipo y de corta duración, puesto que nunca pareció encontrar su lugar en el mundo y su tendencia a la evasión poética y sus problemas de salud le llevaron a un sanatorio hasta el final de sus días (inseparable ya del imaginario esa escena final suya en la nieve).
“El ayudante” es una novela de ritmo lento, pero constante, prolija en detalles y descripciones, en la que parece no estar pasando nada más que el placer por la simple contemplación de los detalles más pequeños que suelen pasar desapercibidos. Sin embargo, lentamente pero de forma constante, se van dando pequeñas pinceladas de actividad que permiten el sosegado pero inexorable ritmo de la narración.
Así es siempre la escritura de Walser, a pesar de que cada uno de sus libros tiene entidad propia: se trata de una prosa lírica y esmerada, suave y deliciosa: pura literatura. Tanto “El ayudante” como el resto de sus libros son una muestra clara de las maravillosas obras literarias que se escribieron durante la época de los últimos años del s. XIX y los primeros del XX.
Otra ocasión perfecta para no dejar pasar la obra del maravilloso escritor suizo que desapareció mientras su sombrero, abandonado, rodaba sobre la nieve.