Revista Espiritualidad

El ayuno

Por Tara

El ayuno


El ayuno también puede significar moderación, y no sólo abstinencia. Si en nuestra alimentación normal no nos dejamos llevar por la gula, sino que le damos al cuerpo físico solamente lo necesario para su subsistencia, estamos ayunando. Esta búsqueda de equilibrio y sobriedad es ayuno en una forma más adecuada para los días de hoy, donde los extremos casi nunca llevan a la armonía. Otro tipo de ayuno es el de la palabra, que consiste en controlarla. Hay ocasiones en que necesitamos abstenernos completamente de hablar y otras en que debemos abstenernos sólo de decir palabras superfluas; podemos, por lo tanto, estar hablando, y al mismo tiempo ayunando de palabras. La intención de purificarnos, cuando es auténtica, cautelosa, persistente y tranquila, constituye una parte importante del ayuno y determina sus resultados. En algunos casos, esta intención es suficiente para provocar en la consciencia cambios que, en general, se consiguen por la abstinencia o por el control. Cada uno puede encontrar su forma más equilibrada de ayunar:  abstinencia total ò moderación, y en qué medida. Es importante que haya sinceridad de intención, ausencia de vanidad en juego y desapego de los resultados. Y cuando se perciba alguna manera aun más armaoniosa de realizarlo, no vacilar en cambiar. Fuente: Oportunidades de Crecimiento, de Trigueirinho

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