Revista Libros
Carlos Barral.
El azul del infierno.
Seix Barral Únicos. Barcelona, 2009.
Hace ahora veinte años, en noviembre de 1989, Carlos Barral empezó a escribir una novela corta, El azul del infierno, que tomaba como referente un cuadro de Patinir, El paso de la laguna Estigia. De hecho el primer título que reflejan sus anotaciones era La barca de Caronte.
Sólo un mes después, el 12 de diciembre, murió y dejó este texto sin terminar. Ahora lo recupera Seix Barral, en edición limitada y en su colección Únicos con unas palabras preliminares de Mario Vargas Llosa. Además de los tres capítulos que dejó escritos, el volumen contiene las anotaciones del diario que desde el 3 de noviembre hacen referencia al proceso de composición de la obra y un facsímil de esas notas y dibujos para El azul del infierno. En la última página, dos dibujos fechados el 5 de diciembre.
Entre el Museo del Prado y Cambrils, una novela corta que trenza una historia doble y hace una visita al país de los muertos con el contrapunto visual de la pintura inquietante de Patinir.
Cierra la cuidadísima edición un epílogo de Malcolm Otero Barral, que recuerda que cuando murió Carlos Barral, se le puso una moneda en la boca para pagar la travesía a Caronte, el barquero del cuadro.
Santos Domínguez