Clementine es una adolescente sin problemas. Llega del campo para integrarse en un instituto en el que se siente a gusto. Un día se cruza en la calle con una pareja de chicas. Una lleva el pelo teñido de azul, y le sonríe, mientras Clementine baja la vista. A partir de este preciso momento todo va a cambiar para ella: su relación con sus nuevos amigos, su sitio en la familia, sus prioridades… y sobre todo su sexualidad. Es difícil saber qué aspecto tiene el amor. A veces duele y siempre hay obstáculos en el camino. Pero un calor inabarcable se instala en el estomago, que te hace vibrar y te empuja a superarte.
Esta es la historia de amor de Clementine y Emma y es también una historia de las dificultades de una adolescente para aceptar su sexualidad y el gran obstáculo que supondrá encontrarse con el rechazo de una parte de la sociedad, incluso su familia.
Pero, en mi opinión, sobre todo es una historia de amor, real y bella, no es perfecta ya que las dos cometen errores pero es bella hasta el final, un trágico final imposible de leer sin lágrimas en lo ojos. Al final sabes que ha sido una historia de sufrimiento pero también de amor, y merece la pena sufrir para poder vivir ese amor tan real y tan incomprendido.
El tono azul destaca en las páginas de esta novela gráfica, ya que es el color que representa el descubrimiento del amor por parte de Clementine, el color del pelo de Emma, que es el color de algo nuevo, inesperado, perturbador pero a la vez apasionado, único, bello y eterno.
El Azul es un Color Cálido de Julie Maroh.
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