de Irène Némirovsky.
Título: El BaileAutora: Irène NémirovskyEditorial: Salamandra S.A., 2006. Versión KindlePáginas: 96
Resumen oficial.
Instalados en un lujoso piso de París, los Kampf poseen todo lo que el dinero puede comprar, excepto lo más difícil: el reconocimiento de la alta sociedad francesa. Así pues, con el propósito de obtener el codiciado premio, preparan un gran baile para doscientos invitados, un magno acontecimiento social que para el señor y la señora Kampf supondrá, respectivamente, una excelente inversión y la soñada apoteosis mundana.
Pero en casa de los Kampf no todos comparten el mismo entusiasmo. Herida en su orgullo por la prohibición materna de asistir al ágape, Antoinette, de catorce años, observa con amargura los agitados preparativos del baile y siente que ha llegado la ocasión de enfrentarse a su madre, afirmarse a sí misma y realizar su propia entrada en la edad adulta. Con un breve gesto, tan impulsivo como espontáneo, provoca una situación absurda que culminará en un final dramático y revelador.
Dotada de una afilada percepción psicológica, Némirovsky condensa en pocas páginas una historia donde la difícil relación madre-hija y el ansia de reconocimiento social se funden con la pasión por la vida y la búsqueda de la felicidad. Una obra indispensable de uno de los grandes escritores del siglo XX.
Impresión personal.
Pocas cuestiones de nuestra vida se pueden condensar tan genialmente en tan pocas páginas tal y como lo hace Irène Némirovsky en esta novela o relato largo. Y es que en una sentada de un par de horas disfrutas no sólo del exquisito estilo de esta escritora sino que las temáticas que toca resultan sumamente interesantes.
Cualquiera que tenga adolescentes en casa, a pesar de que las épocas son diferentes, es consciente de la gran dificultad que entraña el trato con ellos. Un cambio drástico de personalidad, de cuerpo y mente, que no sólo te desarma a ti y te deja muchas veces con la boca abierta, sino que ellos se encuentran las más de las veces pérdidos y muy solos. Esta temática se trata de manera excelente en El Baile en la figura de Antoinette, una adolescente insegura, huraña, que anhela crecer a toda costa y que "odia" a su madre que apenas "la ve" ni la siente. Pero no sólo eso, se trata con este personaje el sufrimiento y esa soledad, a veces irreal, que pasan los jóvenes en esta época de sus vida, sino también algunas de sus reacciones, a veces extremas y con un final totalmente insospechado y dañino para ellos y los demás. Aparecen aquí cuestiones tan peligrosas como el odio, la venganza, incluso contra sí mismos.
Por otro lado, desde luego, a la Sra. Kampf hay que "echarle de comer aparte". Si ya de por sí su hija está atravesando por una etapa de gran inseguridad, el comportamiento de la madre de la criatura (y del padre) no ayuda en nada a que la situación y la relación madre-hija mejore en absoluto. A lo largo de la lectura he de reconocer que me he sentido más identificada con la adolescente que con la madre de la misma, seguramente porque aún tengo adolescente en casa y sé de primera mano el esfuerzo diario que se requiere para que haya paz, dialogo y a la vez el "camino" no se tuerza. En este caso, esta madre, bajo mi punto de vista no es apta para esta situación, aunque el final hace una llamada a la esperanza que me ha encantado.
Como telón de fondo, Irène Némirovsky nos describe a la perfección todo un mundo basado en las apariencias, en el querer ser y no poder y en el sufrimiento que eso produce en mucha gente, un "problema" que perdura a lo largo de los siglos con diferentes matices. En esa época, el papel social de los nuevos ricos, sin solera familiar que los avale, salvo su carácter emprendedor y su irrefutable éxito, sigue siendo de segundones respecto de la nobleza, que aún totalmente improductiva, aún goza de un prestigio y un respeto al que todos aspiran. No tardará mucho tiempo en que la situación se invierta y esa clase emergente se convierta en el verdadero sostén de las sociedades posteriores. No hace falta señalar que aún hoy tenemos "plebeyos" que "beben los vientos" por un título nobiliario aunque ya no va unido ni a riqueza ni a posesiones familiares. Aún nos queda ese toque rancio y caduco de las sociedades medievales.
Finalmente, ¿qué decir del estilo de la escritora? En muy pocas páginas y de una forma tan concisa como clara nos plantea sin paliativos una serie de cuestiones tan cercanas como conflictivas. La escritora no se para en elucubraciones, ni en grandes descripciones sino que con gran maestría nos pone antes los ojos las situaciones y los personajes de tal forma que no sientes en momento alguno que falte algo o que algún detalle te hubiera gustado que fuera mejor tratado. Apunta perfectamente desde el principio a lo que quiere reflejar y con poco esfuerzo da en la diana de la temática con una selección de hechos y personajes sobresalientes.
En conclusión, una delicia que se disfruta intensamente como esos pequeños pastelitos que te dejan durante tiempo un excelente sabor de boca.