Traducción: Laura VidalAño: 2014ISBN: 978-84-912-9012-4Nº de páginas: 616
Una de mis mejores lecturas el año pasado fue El ruiseñor de Kristin Hannah, una historia que me emocionó y me dejó con ganas de repetir con la autora, por lo que cuando Suma de Letras anunció la publicación El baile de las luciérnagas me apunté inmediatamente el título deseando hacerme con él, aunque por otra parte con un poco de temor a que no estuviese al nivel del anterior y me decepcionase.
El comienzo de El baile de las luciérnagas nos traslada hasta el año 1974 en Washington, estado en el que residen las protagonistas de esta historia: Tully Hart y Kate Mularkey. Tully es una joven a la que su abuela ha tenido que sacar adelante pues su madre la abandonó siendo niña y no ha vuelto a verla más que en contadas ocasiones, mientras que Kate forma parte de una familia feliz que reside en una granja en la localidad de Snohomish. Las vidas de Kate y Tully se cruzaran cuando esta última llegue en compañía de su madre al pueblo, instalándose en la casa de enfrente de Kate, lo que hará que ambas adolescentes, a pesar de no tener nada en común, entablen una amistad que se irá afianzando con el paso del tiempo. Se convertirán así en inseparables, firmando un pacto para ser amigas para siempre, y esta amistad se extenderá a lo largo de más treinta años en los que se ayudarán mutuamente y compartirán todo tipo de experiencias mientras van creciendo y madurando.
Kristin Hannah
He disfrutado con la lectura de "El baile de las luciérnagas", pero no ha llegado a cautivarme como lo hizo la anterior obra de la autora. La historia que recoge me ha parecido sencilla y emotiva, pero en los personajes me ha faltado la fuerza y carisma que tenían Vianne e Isabelle, protagonistas de El ruiseñor. En esta ocasión Kristin Hannah nos ofrece el relato de una amistad que se extiende a lo largo de treinta años, periodo en el que las dos jóvenes a las que conocemos en un primer momento van creciendo y madurando, dando forma a sus vidas en función de sus sueños e intereses pero sin perder en ningún momento ese vínculo tan fuerte y especial que las ha unido. El planteamiento me ha gustado, pero el desarrollo no ha llegado a convencerme del todo y si bien el principio me atrapó inmediatamente, a medida que avanzaba mi interés iba decreciendo y no ha sido hasta la parte final que me he vuelto a ver realmente inmersa en la trama. Es decir, que aunque en general me ha gustado, ha sido una lectura desigual y eso ha provocado que el resultado final no haya sido tan satisfactorio como esperaba.Como os decía, la historia que se recoge en El baile de las luciérnagas abarca más de treinta años que van desde la década de los setenta hasta prácticamente la actualidad y la estructura de la novela está relacionada con este marco temporal. De esta manera, nos encontramos con que los treinta y siete capítulos en los que se divide el libro quedan agrupados en cuatro grandes partes: los setenta, los ochenta, los noventa y el nuevo milenio. El relato sigue un desarrollo lineal siendo un narrador omnisciente el seleccionado por Kristin Hannah para acercarnos a las vidas tanto de Kate como de Tully. Narración y diálogo se mantienen equilibrados y la autora emplea un estilo sencillo y claro que resulta agradable y fácil de leer, con lo que es una novela que se lee con agilidad y no se hace pesada o aburrida en ningún momento, a pesar de que como os he dicho anteriormente, para mí no en todas las partes haya mantenido el nivel.
La amistad entre Tully y Kate es el eje en torno al que se desarrolla la trama de "El baile de las luciérnagas" y es evidente que ellas dos van a ser las protagonistas indiscutibles. Su protagonismo es compartido y así a medida que avancemos iremos descubriendo el curso que van tomando sus vidas, cómo cada una va orientando su futuro en función de sus intereses y prioridades. Son dos personajes que quedan perfilados con cuidado y profundidad, a ambas las conocemos siendo adolescentes y vamos a acompañarlas durante un largo periodo que nos permitirá observar reacciones y emociones ante cada situación, dándonos una idea muy acertada de cómo es cada una. Y son dos mujeres con personalidades sumamente diferentes, lo que hace que, al menos a mí, me haya resultado un poco increíble que puedan mantener esa amistad tan inquebrantable a lo largo de los años teniendo tan poco en común.
Teniendo en cuenta su forma de ser, Kate ha sido el personaje que más me ha gustado, a pesar de que ha habido momentos en los que no he compartido su forma de actuar, principalmente por ese conformismo que muestra ante todo y por cómo deja que Tully dirija y controle su vida en determinadas ocasiones. Pero su carácter dulce, honesto y sencillo ha despertado mi simpatía desde los primeros capítulos, lo que no ha llegado a ocurrir con Tully, con quien me he ido distanciando más a medida que avanzaba la historia y dejaba ver la persona en la que se estaba convirtiendo. Me ha parecido una figura carismática en cuanto a la personalidad fuerte, brillante, arrolladora, dominante y desinteresada que posee, pero yo no he llegado a empatizar con esta persona tan narcisista y egoísta, y eso también se ha convertido en un obstáculo para disfrutar más de la novela, me molestaba mucho su forma de actuar con respecto a Kate y el hecho de estar rodeada de tanta fama y perfeccionismo, eclipsando a todos a su alrededor, ha hecho que la historia perdiese credibilidad para mí, me ha parecido muy forzado.
Por lo que os estoy contando hasta ahora, puede parecer que el libro no me ha gustado pero nada más lejos de la realidad, he tenido mis diferencias con su protagonista pero aún así ha sido una lectura muy agradable que ha tenido momentos muy emotivos y es que, además de hablarnos de ese vínculo tan especial e importante que es la amistad, El baile de las luciérnagas es un libro en el que Kristin Hannah aborda otros temas como la familia, una cuestión que ya estaba presente en El ruiseñor, el amor, las relaciones de pareja, la maternidad, el mundo televisivo y del espectáculo, la fama, la soledad o la enfermedad, punto este último que me gustaría destacar ya que me ha descubierto los signos ante los que hay que estar alertas para detectar un tipo de cáncer muy concreto del que yo no había oído hablar anteriormente, por lo que únicamente por eso su lectura ya ha merecido la pena.
Y dejando a un lado la historia de Kate y Tully, una de las cosas que me ha gustado especialmente en esta novela es su ambientación. Por lo que os he contado hasta ahora puede que penséis que siendo un libro más bien de personajes, sea un aspecto que no cobre demasiada importancia pero no es así. Kristin Hannah desarrolla su novela en el estado de Washington, que es el mismo en el que ella creció, y el marco temporal también es el que la autora vivió, por lo que a lo largo del libro van a quedar plasmados infinidad de detalles que nos van a acercar tanto a la época como al lugar. Tanto por las descripciones que acompañan a las escenas como por referencias que van desde la música hasta la moda, anécdotas o acontecimientos históricos que tuvieron lugar en esos años, la novela se convierte en un viaje al pasado que nos ofrece una visión cercana de la forma de vida en esos años y de cómo ésta fue cambiando a medida que avanzábamos hacia el nuevo milenio.
Resumiendo, El baile de las luciérnagas es una bonita y emotiva historia que nos habla de una amistad inquebrantable y duradera a lo largo del tiempo, permitiéndonos acompañar a sus protagonistas en el paso de la adolescencia a la edad adulta. Una novela que resulta muy agradable de leer y que creo que, si os sentís atraídos por lo que os he contado, no os decepcionará.
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