Revista Libros

El baile de los secretos

Publicado el 18 noviembre 2013 por Earendilion
El baile de los secretosHace un par de años, cuando AJEC lanzó su primera petición de ayuda ante el mal momento que atravesaba la editorial y que, desgraciadamente, acabó de la peor forma posible, decidí colaborar en lo que pudiera. Así, que me hice con varios libros de golpe, entre ellos el que da título a esta reseña. Esta urgencia económica me facilitó el adquirir este libro, al que tenía ganas, un poquito más barato. En principio se trataba de un libro que narraba una historia fantástica desde la perspectiva de una partida ropera. Si sumamos mi pasión lectora a mi antigua pasión lúdica, que vuelvo poco a poco a redescubrir, no podía tratarse de una mala novela, a mi entender. Desde ya, digo que me he pegado una hostia estrepitosa.
La ciudad de Mandressla ha sufrido el ataque de una horda de monstruos que está sumiendo la ciudad en el caos. La única opción de salvarla la tienen en sus manos los jugadores de rol que recrean la partida.
Obviamente esta sinopsis no se parece en nada a la que reza la contraportada, pero se acerca mucho a lo que yo he visto y que realmente no sé como explicar mejor, pues no me he enterado de la misa a la media de la novela.Lo siento, pero no he sabido encontrarle puntos positivos a esta novela. Esperaba tanto... y me ha aburrido tanto... que no puedo decir nada bueno.  Sí, ya sé que prometí no escribir más reseñas sobre libros que no me hubiesen gustado, y mucho menos escribir críticas destroyer pero, en este caso, me he sentido tan, tan decepcionado que me apetece mucho contar el porqué.
El baile de los secretosDesde el principio se observa que Jesús Cañadas es un autor que gusta de preciosismos y que prefiere una prosa en la que predomina la lírica frente a la fluidez, hasta el punto de resultar excesivamente densa y barroca y de abusar de figuras lingüísticas. A mi modo de ver, esto hace que, ya desde el principio, la narración se convierta en lenta y compleja.Por otro lado, la conjunción, el paso entre ambos mundos, el real y el lúdico, por muy real que sea también, no está bien logrado y, en ocasiones, se confunden los personajes de uno y otro lado al ser difícil distinguir al jugador con su correspondiente alter-ego.Y es que la propia historia en sí es una gigantesca metáfora del desamor y el despecho. Cañadas construye, por medio del narrador de juego (que ya no recuerdo ni su nombre) un mundo completo en que cada uno de los males o pecados relacionados con el amor encuentran su versión antropológica, creando un bestiario realmente rico pero difícil de imaginar.Así, toda la novela no es más que una historia de amor fallida llevada a un extremo surrealista y malsano en el que un personaje real busca vengarse de su ex-novia a través de personajes ficticios y de una historia inventada.Sin embargo, estos dos mundos podemos entender que se mezclarán realmente (que cada uno lo entienda como quiera, yo no lo tengo del todo claro, para que os voy a engañar) de una forma que, como he dicho antes, no resulta bien cerrada y cuesta comprender la implicación holística de los personajes principales en el devenir de Mandressla y, a mi en particular, ha terminado por resultarme un galimatías indescifrable.
Por otro lado, tampoco he encontrado muy creíble la escenificación rolera. En ningún momento me he sentido identificado con que se tratase de una verdadera partida de rol. Ojalá me hubiese encontrado en alguna ocasión con un DJ que crease una atmósfera tan perfecta y rica y me metiese tanto en el ambiente. Cuesta en este sentido también, seguir la trama, la continua alternancia capitular entre Mandressla y el mundo real hace que pronto se pierda la noción del tiempo y resulte difícil reconocer que personaje corresponde a cada jugador.
En justicia he decir que Cañadas crea un mundo muy rico del que se podría sacar mucho partido en concepto de background para partidas reales o para una novela únicamente ambientada en el fantástico reino de Mandressla evitando experimentos metáforicos o metafísicos pero, salvo esto, nada más puedo decir que me haya gustado.
En consecuencia no puedo recomendar esta novela. Descúbrela, si quieres, por ti mismo y ya me dirás que te ha parecido.Y de nuevo ante una crítica de este cariz, he de aclarar que está es mi opinión, de nadie más. ¡Que le voy a hacer! A mi no me ha gustado lo más mínimo.

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