Revista Cultura y Ocio

'El ballet: el arte más democrático'

Por Helena Núñez Guasch @HelenaNG19

Ayer domingo por la mañana con motivo del estreno del ballet Le Corsaire, y gracias a la colaboración del British Council, pudimos acudir a un encuentro con Tamara Rojo. Tamara Rojo es la directora artística del English National Ballet y su entrevistadora fue Elna Matamoros.

El encuentro consistió en una entrevista realizada por Elna Matamoros con una posterior ronda de preguntas del público. El escenario en el que se llevó a cabo el acto fue el propio de la obra El Corsario del que se puede ver un ejemplo del magnífico decorado en la imagen que acompaña a este artículo.

A lo largo de toda la charla Rojo le ha dado una gran importancia el esfuerzo y al estudio para ganar técnica y especialmente para ser autodisciplinado. Aunque la disciplina no es suficiente y así ha puesto mucho énfasis en que la necesidad de complementar la formación con lecturas y estudios variados para conseguir un conocimiento y una perspectiva más global.

Antes de la última representación del ballet Le Corsarie, la bailarina Tamara Rojo, dijo que “Hemos venido perdiendo dinero, venir a España no es algo sostenible que podamos hacer todos los años, por eso espero que alguna empresa privada nos apoye”.

Ante un público entregado, en el que había amantes de la danza, estudiantes de ballet y otros profesionales de este arte, Rojo ha confesado que, para traer Le Corsarie a España, buscó el apoyo económico de empresas españolas, pero todas les dijeron que no. “En Inglaterra hay más mecenazgo que patrocinio, es una cuestión beneficiosa para las empresas porque es un cambio, nosotros les damos nuestro prestigio social y ellos nos dan su dinero”, especificó la bailarina sin dejar de hacer referencia al apoyo financiero que recibe el English National Ballet del banco ruso Alfa-Bank.

Pese a no contar con el apoyo económico de empresas españolas, la directora artística de esta formación inglesa, a la que ha calificado como una “compañía pequeña de aspiraciones muy grandes”, ha reconocido con rotundidad que “siempre me he sentido muy querida por el público español”, y ha afirmado que siempre he recibido un gran apoyo por parte del público español, siempre que he venido a mi país me han recibido con los brazos abiertos”, “pero solo el publico” apostilló con una sonrisa.

Respecto a la salud que goza la danza en España, la artista cree que “ahora mismo las cosas no están tan mal, hay un director de la Compañía Nacional, José Carlos Martínez, que lo está haciendo bien con los recursos que tiene”. Además recalcó algo que lleva diciendo que es la necesidad de buscar una mayor transparencia y además crear un Consejo de las Artes que tal y como declaró, “fuera independiente de los gobiernos, para que se pueda mirar la danza a largo plazo”.

Rojo ha apuntado también que su “futuro profesional está en el Reino Unido por un plazo muy grande”, país donde lleva 17 años como bailarina, y 18 meses al frente de la English National Ballet. Respecto a su faceta como bailarina y como directora artística de esta compañía, ha contado entre risas que lo más duro son las cenas a las que tiene que acudir, aunque es consciente que tiene que ir porque las organizan los mecenas.

Agradecida a sus maestros, entre los que están Lola de Ávila o Víctor Ullate, la bailarina ha expresado que España “aún está a tiempo para crear un estilo propio de danza” y que la falta de una escuela estilística unificada es lo que convierte a los bailarines españoles en artistas tan versátiles, “Un arte hay que esparcirlo, es necesario hacer trabajo social y conseguir hacerlo parte de la cultura de una país, pero para hacer eso también es necesario el apoyo de las instituciones”. Concluyó diciendo que un bailarín perfecto es aquel que aún técnica con cultura y aseguró que en su carrera profesional la técnica se la dio España y la cultura el Reino Unido.

Acabó su ponencia con declarando que “El ballet es el arte más democrático que existe, porque es el arte que abre sus puertas a niños de todas clases sociales, que les da la oportunidad de llegar a ser estrellas vengan de donde vengan, y que además es transportable al mundo entero, porque tiene un lenguaje internacional”.

Por último añadió que ” Es algo que debemos recordar siempre, que no estamos haciendo ballet para unos pocos, ni para unos privilegiados que saben más que los demás, o tienen más que los demás, sino que es el arte más humano y al que todo el mundo debe de acceder”.

Tamara Rojo: “El ballet es el arte más democrático que existe”


 


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