Revista Salud y Bienestar
El alzhèimer o el pàrkinson provocan lesiones en el cerebro mucho antes de que aparezcan los sìntomas. Si esto se conoce se debe a las investigaciones realizadas directamente sobre el tejido neurològico humano. Las terapias o la eficacia de fàrmacos para estas difìciles y frecuentes enfermedades degenerativas se nutren tambièn de estos exàmenes directos; asì como la posibilidad de confirmar un diagnòstico, o negarlo, que en vida solo se podìa hacer por sìntomas y algunas pruebas de imagen. La rectificaciòn o ratificaciòn llega asì a las sesiones clìnicas y al dìa a dìa de los especialistas que mejoran su gestiòn de la enfermedad.
Si la donaciòn de un corazòn o un hìgado regala una vida en el momento, la del cerebro potenciarà el conocimiento, experimentaciòn y curaciòn de muchos enfermos con el tiempo. Un bien preciado pero muy escaso en un paìs, y en una comunidad, generoso por otra parte con las donaciones; pero seguramente el desconocimiento haga que todavìa estas donaciones estèn en mantillas ademàs de que, tras un fallecimiento, la donaciòn de òrganos tiene prioridad. Es una cuestiòn ètica.....
El doctor Alberto Ràbano, director del Banco de Tejidos de la Fundaciòn Centro de Investigaciòn de Enfermedades Neurològicas (CIEN) del Instituto de Salud Carlos III, con sede en Madrid, es impulsor y colaborador de la puesta en marcha de otros centros similares de España, entre ellos el de Salamanca. El Instituto de Neurociencias de Castilla y Leòn (Incyl) de Castilla y Leòn puso en marcha en esta ciudad, en abril de 2010, el Banco de Tejidos Neurològicos que ya cuenta con sus primeros seis cerebros y que «va muy bien, incluso ya puede colaborar en investigaciones» destaca este cientìfico y patòlogo.
En los primeros meses e incluso años de un banco, la actividad es lenta, cuesta arrancar y consolidarse. Con el tiempo, lo esperable es que el centro charro llegue a sumar una cifra de donaciones similar al de Murcia y tener asì, «en unos pocos años, entre 25 y 30 -Madrid registrò 70 en 2010 y este año va camino de los 90-. Ademàs, lo habitual es que vaya en aumento, nunca se registran retrocesos en el nùmero de donaciones», indica el doctor Ràbano. El banco madrileño -hay una decena en España- es el que ha estado recibiendo en ejercicios pasados las donaciones de Castilla y Leòn y tambièn de Canarias; pero «precede que dada sus caracterìsticas y extensiòn tenga su propio banco».
La extracciòn debe tener lugar en un hospital, todos los de la comunidad estàn autorizados «porque en realidad es una autopsia limitada a la cavidad craneal», pero requiere una buena coordinaciòn y colaboraciòn porque el tiempo es vital. El traslado debe ser ràpido, el intervalo post mòrtem, es decir, desde que fallece hasta que se conserva congelado, no puede superar las doce horas, «es el máximo aceptable pero procuramos que estè por debajo de las seis». Lo màs habitual es que la congelación se lleve acabo en el banco pero en ocasiones se realiza en el propio hospital si el tiempo no va a permitir el traslado ràpido.
Testamento vital
Como en otras donaciones, la de tejido cerebral lleva su proceso administrativo y de aceptaciòn familiar. La donaciòn puede hacerse años antes del fallecimiento, dejarla recogida en un testamento vital o documento de instrucciones previas o en el momento cuando se les solicita a los familiares. El enfermo cuando ya padece una fase avanzada de su demencia no està en condiciones de tomar tal decisiòn; por ello, es adecuado pensarlo antes. La mitad de los casos, explica este especialista, hacen su donaciòn meses antes o años, la otra mitad tiene la primera noticia de tal posibilidad al fallecer el enfermo.
El doctor Ràbano no sòlo ha impulsado y ayudado a poner en marcha estos bancos sino que desarrolla una labor importante de divulgaciòn de los mismos y su objetivo es promocionar estas investigaciones y la donaciòn con conferencias y encuentros con las distintas asociaciones sobre enfermedades neurològicas, como el pasado martes en Valladolid con la de de Esclerosis Mùltiple, o programas de captaciòn como la que se desarrolla en Soria entre los màs mayores y que pronto se pondrà en marcha en Salamanca. «Se trata de estudiar casos de centenarios, de 90 y 100 años», explica este patòlogo que tambièn tiene previsto, y ha realizado ya, contactos con los responsables hospitalarios, especialistas y colegios de mèdicos de Castilla y Leòn en busca de su apoyo e impulso».
«Todos los cerebros son ùtiles, no se descarta ninguno»; pero, en principio, son especialmente interesantes los de personas que han sido diagnosticadas en vida de enfermedades neurològicas, en particular las neurodegenerativas, como el alzhèimer, la demencia con cuerpos de Lewy, el pàrkinson o la esclerosis lateral amiotròfica (ELA). Sin embargo, los tejidos cerebrales de personas sanas tambièn son interesantes para estos estudios.
«Con todos se realiza un minucioso trabajo neuropatològico, un estudio en detalle del cerebro y se clasifica. Incluso en casos en que hay tumores tambièn se analizan. El proceso consiste «en abrir la cavidad, extraer el tejido y la clave està en que inmediatamente se divide en dos partes iguales. La derecha, por protocolo, se congela para la investigaciòn bàsica y, la izquierda, se usa para la de laboratorio y el diagnòstico. Lleva bastante trabajo porque hay que clasificarlo muy bien, semanas, y facilita mucho material interesante para la investigaciòn».
El centro madrileño tiene un convenio con el Incyl salmantino para encargarse de esta parte diagnòstica que permite dar informaciòn a la familia sobre la enfermedad causa de la muerte e información genètica. «Nosotros estudiamos sus cerebros, los clasificamos y Salamanca se ocupa de la logìstica, el procesamiento...»
Ademàs, los familiares recibiràn un informe neuropatològico que incluirà el diagnòstico definitivo de la enfermedad y todos los procedimientos seguidos en el estudio y el archivo del cerebro. Tanto el tejido cerebral congelado como el utilizado para el diagnòstico quedan archivados indefinidamente, bajo la custodia del Banco de Cerebros, que velarà para que sean empleados en investigaciòn con absoluta confidencialidad y al amparo de la legislaciòn de protecciòn de datos personales. elnortedecastilla.es