A continuación una síntesis del comunicado que ha realizado el Banco Mundial sobre la inestabilidad de los precios de los alimentos, en términos fundamentales me parece muy acertado y refleja la incertidumbre que se encuentran las empresas que consumen materias primas agrícolas, por otro lado el Banco Mundial ha puesto su acento en el lado humanista (que nos afecta a todos) y en qué medida pueden o están haciendo acciones para ayudar a los países menos favorecidos. De otra parte no han mencionado en qué medida la especulación tiene un rol en las subidas de precios tan disparadas y en tan poco plazo de tiempo como las sucedidas en los cereales desde mediados de junio hasta ahora. Bajo mi punto de vista no hay razones objetivas para unos incrementos tan fuertes.
Es de agradecer el nuevo rumbo de ser más trasparente pero entiendo que estamos en un camino largo donde todavía queda mucho por hacer, me gustaría ver algún día que se ha puesto mucho mas coto a la especulación y las grandes compañías cuando hablan de Responsabilidad Social (RS) además de la sostenibilidad, medio ambiente, trabajo infantil, entre otros también incluyen el tema de la especulación como uno de sus principios a evitar.
“No podemos permitir que el aumento a corto plazo del precio de los alimentos tenga consecuencias perjudiciales a largo plazo para los más pobres y vulnerables del mundo”.
Jim Yong Kim, Presidente del Banco Mundial.
Teniendo en cuenta la excepcional sequía que está afectando a los EEUU, las condiciones actuales de los cultivos en otras regiones productoras de cereales y el consiguiente aumento de los precios internacionales de los alimentos, el Banco Mundial ha manifestado su preocupación por los efectos de esta inestabilidad en los pobres del mundo, que son sumamente vulnerables al alza de los precios de los alimentos.
“Cuando los precios de los alimentos registran fuertes subidas, las familias reaccionan sacando a sus hijos de la escuela y consumiendo alimentos más baratos y menos nutritivos, lo cual puede tener efectos catastróficos a largo plazo en el bienestar social, físico y mental de millones de jóvenes”, declaró el Presidente del Grupo del Banco Mundial, Jim Yong Kim. “El Banco Mundial y sus socios están siguiendo de cerca esta situación para ayudar a los Gobiernos a implantar políticas que ayuden a las personas a afrontarla mejor”.
Inestabilidad de precios
Hasta ahora, las previsiones de los cultivos no apuntan a una posibilidad de escasez real de los principales cereales; sin embargo, las existencias son reducidas y las cosechas seguirán dependiendo de las condiciones climáticas mundiales, por lo que los precios son más vulnerables a una mayor inestabilidad.
La inestabilidad de los precios de los alimentos genera imprevisibilidad en el mercado y plantea riesgos fundamentales para los consumidores y los Gobiernos con respecto a la seguridad alimentaria. La inestabilidad también desincentiva la inversiones agrícolas necesarias para el desarrollo, debido al aumento de los riesgos financieros y la incertidumbre para los productores y los comerciantes.
El Banco Mundial lleva mucho tiempo advirtiendo que cabe esperar que los precios de los cereales sean inestables y superiores a la media al menos hasta 2015. En los países más pobres, donde las personas gastan hasta dos tercios de sus ingresos diarios en alimentos, el alza de los precios representa una amenaza para el crecimiento mundial y la estabilidad social. Sin embargo, este aumento puede aportar a los agricultores pobres los ingresos que tan desesperadamente necesitan, lo que les permitiría invertir, incrementar su producción y, de ese modo, formar parte de la solución mundial para la seguridad alimentaria.
¿Estamos en situación parecida al 2008?
Aunque los precios de numerosos alimentos básicos han registrado un considerable aumento, el Banco ha observado que las condiciones actuales difieren de la crisis de 2008. En 2008, si bien otros cereales sufrieron un aumento de precio, los precios del arroz y del trigo fueron los que más se incrementaron, aunque cayeron sustancialmente en 2009 debido a una reacción notable de la oferta por parte de los agricultores que buscaban beneficiarse del alza de los precios. En 2012, han aumentado los precios de todos los cereales salvo el arroz (trigo, maíz y soja):
El precio del trigo ha aumentado más de un 50% desde mediados de junio.
El precio del maíz se ha incrementado más de un 45% desde medianos de junio.
La soja ha aumentado casi un 30% desde principios de junio y casi un 60% desde finales del año pasado.
En junio los analistas esperaban una disminución de los precios tras las nuevas cosechas, no un aumento. En los EEUU se procedió a una siembra temprana del maíz y algunas semillas de soja, y la desastrosa sequía era impredecible en esta fase. El incremento de los precios no solo afectará al pan y a los alimentos elaborados, sino también al forraje y, en última instancia, al precio de la carne.
En 2008, el precio del arroz aumentó más del triple, lo que tuvo una enorme repercusión negativa en los pobres, especialmente en Asia. Aunque el precio actual del arroz se mantiene elevado, las existencias de este cereal son relativamente holgadas. Además, los precios actuales del petróleo crudo, los fertilizantes y el transporte internacional de mercancías se sitúan en niveles más bajos que en 2008, con lo que se reducirán los costos de la importación de alimentos y también la siembra y el cultivo para la próxima temporada.
Los efectos de la sequía de los Estados Unidos de América en los mercados mundiales se ven exacerbados por el hecho de que otros países también están sufriendo actualmente problemas de producción a causa de las condiciones climáticas. Las precipitaciones casi continuas están ocasionando problemas a los cultivos de trigo en numerosos países europeos, mientras que los cultivos de trigo en de Rusia, Ucrania y Kazajstán se han visto muy afectadas por la falta de lluvia. Las lluvias monzónicas se sitúan un 20% por debajo del promedio anual a largo plazo. Julio es un mes crítico para la siembra y puede acarrear importantes consecuencias negativas si las precipitaciones no mejoran.
Hay casi 1000 millones de personas en el mundo que pasan hambre. Más del 60% de esas personas son mujeres. La malnutrición contribuye a las enfermedades infantiles y maternas, a la disminución de la capacidad de aprendizaje, a la reducción de la productividad y al aumento de la mortalidad. Un tercio de todas las muertes infantiles mundiales se atribuye a la malnutrición, y hasta el 80% de nuestra estructura cerebral se desarrolla durante los primeros 1000 días de vida, por lo que el acceso a alimentos nutritivos es esencial, en particular en el caso de los niños pequeños.
El Banco Mundial está apoyando una iniciativa para aumentar la transparencia del mercado de alimentos. La Asociación para el Sistema de Información Agraria de Mercado (The Partnership for Agricultural Market Information System ) es una iniciativa diseñada para ayudar a los gobiernos dar respuestas informadas a los picos de precios de los alimentos que se producen en la actualidad.
Profesor emérito D. Miguel Benítez y colaborador de honor de Ferré & Consulting Group