En cuestiones de decoración y estilo, todo es opinable…habrá argumentos a favor y argumentos en contra siempre. En los cuartos de baño, como en cualquier otra estancia, también surgen las opiniones a favor y las opiniones en contra. Hay muchos mitos y creencias arraigadas que a veces nos condicionan a la hora de tomar una decisión sobre la utilización de un material u otro, realizar un tipo de instalación u otra. ¿Ducha o bañera? Muchas de estas creencias se basan en argumentos circunstanciales sobre los que no se puede generalizar. Cada proyecto requiere un tratamiento personalizado y eso hace que muchos de los consejos de los manuales de estilo se puedan cuestionar para adaptarse a unas necesidades concretas.
Un cuarto de baño amplio y luminoso es preferible a todas luces y si es con ventanas al exterior mucho mejor porque se facilita además, la ventilación del mismo. Pero no siempre se dispone de ventanas; en este caso, es necesaria una iluminación artificial atractiva, que haga la estancia en el baño acogedora, y también un sistema de extracción de aire que elimine los malos olores y facilite un ambiente agradable.
Cuanto más espacio de almacenamiento dispongamos en el cuarto de baño, más fácil será tener ordenados todos los objetos del aseo diario. Hay cantidad de complementos de belleza, maquillaje e higiene que no dispusiéramos de espacio para colocarlos, lo más probable es que cada uno anduviera por su sitio. Por eso, muebles con cajones, encimaras de lavabo con baldas o repisas son una buena solución para almacenar todos estos objetos manteniendo así una cierta higiene también en cuestión de orden, incluso como en este baño, la opción de lavandería oculta.
Los pequeños con ducha, los grandes con bañera? Esta afirmación se inclina más hacia una sentencia falsa. ¿Por qué? Evidentemente el tamaño del cuarto de baño condiciona la instalación de una bañera o una cabina de ducha…parece de sentido común utilizar la ducha en espacios pequeños, pero ¿y si te gusta tener una bañera? pues todo se puede!!!.