El bar de enfrente!

Esta historia es veridica y me la relato un cliente del restaurante.
En un momento de la vida nos dan ansias de viajar y elegimos un destino, en mi caso conocer New York se me habia vuelto una obsesión, convenci a mi hermano Felipe que tambien era estudiante como yo y juntos tomamos el vuelo rumbo a nuestros sueños, vale la pena decir que durante dos años ahorramos para cubrir nuestros gastos, no ibamos precisamente nadando en la abundancia, pero nos apañabamos para estirar nuestro presupuesto, elegimos un hotel en una zona intermedia que estaba situado en una calle secundaria del circuito turistico, cada noche cuando llegabamos al hotel a descansar me asomaba a la ventana y veia el bar de enfrente, que tenia una escandolosa oferta, cerveza a US $ 0,30 y entrada libre. Como estabamos sedientos y nos hacia falta una caña de preciosa agüita amarilla, pense "vacaciones sin cerveza no son vacaciones" ademas, el recuerdo de su saborcito amargo lo echabamos en falta, -les confieso- que ya casi no recordaba su sabor por la espartana abstinencia; ya que todo centavo que conseguiamos lo guardabamos para nuestro viaje. Tome impulso y arrastre a mi hermano al bar de enfrente, los porteros de la entrada era dos jayanasos inmensos pero, muy cordiales, -les pregunte- para cerciorarme, entrada libre?, yes, yes, cerveza a 30 centavos?, yes, yes, pedimos a no mas llegar 4 cañas, que nos las bebimos en un santiamen, en esas se acercan dos bellas rubias y nos sacan a bailar, estabamos en la gloria, -pensabamos- “vaya suerte que tenemos” las invitamos a beber algo y pidierón dos zumos de naranja, excusandose porque no les apetecia beber alcohol, despues de varias rondas de cerveza y zumo, nuestras acompañantes nos cambiarón por otros chicos y entonces decidimos pedir la cuenta, cuando llega la factura casi me da un colapso por la cifra US$ 150,00 pe,pe,pe,pero por que? balbucí, efectivamente la cerveza era una ganga, más no el zumo de naranja que costaba cada uno US$ 7,00 + impuestos, la entrada era libre pero, la salida no y tenia un precio US$ 10,00 por persona, mire hacia la puerta y los dos porteros me parecierón el doble de grandes que al principio, el servicio era del 10% etc. etc. pagamos y cuando alcanzamos la calle se me soltarón las lagrimas, las tripas y la vejiga.