El Barça conjura al “alma de masa”.

Guardiola ha abierto su Libro de Hechizos y no ha tenido más remedio que invocar al “alma de masa-culé”. Él conoce la fuerza de un grupo atronador, minando psicológicamente al rival que se empequeñece ante el abrumador sonido, la atmósfera cargada de energía y esa extraña pero maravillosa sensación de sentirse invencible ( como masa) y dispuesto a hundir al otro en la más absoluta miseria.

Fue el sociólogo francés Gustave Le Bon (1841-1931), de la escuela positivista, quien publicó en 1901 el libro Psicología de las multitudes reavivando el interés por el estudio de la psicología colectiva. Le Bon trata la cuestión desde el punto de vista psico-sociológico, centrándose en el comportamiento de las personas cuando forman parte de un colectivo (masa, muchedumbre o multidud). Le Bon definió la masa como “una agrupación humana con los rasgos de pérdida de control racional, mayor sugestionabilidad, contagio emocional, imitación, sentimiento de omnipotencia y anonimato para el individuo”. Asimismo, entiende el concepto de “Alma de masa” como un espíritu colectivo, distinto al de cada uno de los individuos componentes de este fenómeno.

Cuando un individuo forma parte de “la masa” adquiere un sentimiento de poder , renuncia a su peculiaridad ( a favor de la masa) y se produce un extraño efecto de contagio que potencia, aún más, el poder indiscutible de la masa.

Su poder, bien gestionado, es brutal. De fuerza incomparable.

Los culés de mi entorno forman parte de la masa. Ese “alma ” se ha expandido de forma imparable, incluso  los más pragmáticos y racionales ,  se sienten partícipes de esta aventura del Barça en la Champions ( yo conozco a varios que no dormirán el martes – de los nervios- y que han planificado su semana en base al partido del miércoles). Y, de la misma forma que escribía el año pasado por estas fechas, hay una multitud que se ha contagiado ( yo misma) y ,durante unas horas, pasará a formar parte de la masa.

Los seguidores de los equipos ( la afición) ya configura una buena masa por definición, pero esta vez, El Barça la ha conjurado : El entrenador y los jugadores se lo han pedido-explícitamente- a la masa-culé y su alma, ya ha empezado a manifestarse.

Yo, si fuera del Inter de Milán, estaría acollonit…

Visca el Barça!... ( la masa me obliga).