El capitán Grimau levanta la tercera Supercopa para el Barça- EFE.
Son dos mundos que se relacionan entre sí. Rafael Alberti le dedicó una oda al portero húngaro del Barça Platko y de estar vivo bien podría ponerse manos a la obra para intentar describir como juega el conjunto de Xavi Pascual. Lo hace como los ángeles, con un juego vistoso, colectivo y solidario. Las bases sobre las que el curso pasado ganó todas las competiciones que disputó menos la Liga ACB y los argumentos que le han llevado a revalidar su título de Supercopa, el tercero de su historia, empequeñeciendo al Real Madrid en semifinales ganándole por 34 puntos y vencer por 83-63 a un Power Electronics Valencia que sólo pudo responder al primer gran golpe de su rival, ya en el primer cuarto. Un momento que tuvo en Juan Carlos Navarro a uno de sus protagonistas. La Bomba volvió de la NBA para hacer más grande al club donde se ha hecho estrella y bajo su liderazgo se explican los últimos éxitos de la institución. Navarro fue el MVP de la final con 22 puntos, cinco rebotes y 23 de valoración en 22m 52s. Resultó, como el resto de su equipo, un huracán exprés.Funciona el Barça como la marchadora rusa Olga Kaniskina, oro en los Juegos Olímpicos de Pekín y en los mundiales de Osaka y Berlín. Ambos tienen esa facilidad de escaparse con una gran facilidad y confianza. Como un ciclón. Repitieron comparecencia los azulgrana, tan sueltos y cómodos que no se había alcanzado todavía el quinto minuto de partido y ya dominaba por 20-5 con tres anotadores diferentes y con Navarro un paso por encima del resto, ya con siete puntos. La Bomba acabaría el primer cuarto con doce puntos, pero escuchando las frases de desaprobación de Xavi Pascual. El motivo no era otro que la tremenda reacción del Power Electronics Valencia, que bajo la batuta de Nando De Colo y el buen hacer de los pívots consiguió recudir la desventaja tras un parcial de 2-14 (26-21) y el único triple de Víctor Claver. El icono del club valenciano ha completado un torneo muy discreto con tan sólo ocho puntos. Sigue sin dar el salto de calidad que se le pide desde su aparición fulgurante en una serie de cuartos de final ante el Real Madrid hace ya algunas temporadas.
La sinfonía
Fueron eso los únicos momentos de cierto nerviosismo del Barça. Incluso a Fran Vázquez, tan eficiente siempre en los alley hoops, se le escurrió el balón de las manos. Pero entre un palmeo de Terence Morros y la aparición de Gianluca Basile permitieron a los azulgrana llegar al descanso con una renta cómoda (40-29). Una distancia que no sirvió como excusa para relajarse después. Ahí seguía Navarro anotando un par de triples más, Pete Mickeal repetía su buen inicio de partido y el capitán Roger Grimau parecía un velocista. También encajaban en la sinfonía Ricky Rubio, asistente de lujo, y Vázquez. Mientras, Claver fallaba un alley hoop de espaldas.
Bien defendido, Rafa Martínez se quedó en cuatro puntos y la contribución de Dusko Savanovic (16) no le alcanzó al conjunto de Manolo Hussein para opositar realmente por el título. Pero nadie le pudo reprochar falta de compromiso ni bajar los brazos en ningún momento, aunque viese, sobre todo tras una antideportiva de Bruno Sundov a Víctor Sada, que iba a ser subcampeón. Hubo tiempo también para encontrar la sonrisa de Boniface Ndong, sorprendido consigo mismo de anotar un gran triple. Tampoco aguantaron la risa gran parte de sus compañeros. Ese buen rollo explica, en parte, la trayectoria del Barça de Xavi Pascual. “Nos conocemos muy bien y eso nos sirve para jugar partidos como éstos, pero si no seguimos trabajando no haremos anda”, cerró Navarro.
Barça (26+14+23+20) 83: Sada (1), Navarro (22), Mickeal (17), Morris (5), N'Dong (13) -cinco inicial-, Lorbek, Rubio (2), Roger (4), Vázquez (6), Basile (12), Perovic (1), Lakovic.
Power Electronics Valencia 63 (21+8+18+16): Cook (1), Martínez (4), Richardson (10), Savanovic (16), Lishchuk (11) -cinco inicial-, De Colo (4), Claver (8), Sundov (9), Simeón.