Lorbek intenta lanzar a canasta ante Kaimakoglou -EFE.
Primer objetivo mínimo conseguido para el Barça: estará en los cruces de cuartos de final de la Euroliga. Su victoria en el OAKA de Atenas ante Maroussi por 58 a 85 –con 71% en tiros de dos y dejando a su rival en tres puntos en el tercer cuarto– le permitirá ser uno de los ocho equipos que aspiren a participar en la Final Four de París, en mayo. Los azulgrana, eso sí, tendrán que esperar a la última jornada del grupo E para saber si pasan como primeros o segundos. Una condición que ha decidido sus últimos precedentes. Ganar al Partizán en el Palau se antoja decisivo.
Desde que la ULEB (Unión de Ligas Europeas de Baloncesto) decidió desmarcarse de la FIBA (Federación Internacional de Baloncesto) y crear su propia competición, la Euroliga, el Barça ha jugado cinco eliminatorias en dicho torneo, una de dieciseisavos y cuatro de cuartos de final. Sólo pasó ronda y alcanzó la Final Four tras haber sido primero de su grupo en el Top 16 y tener el factor cancha a favor: en el curso 2005-2006 ante el Real Madrid (2-1) y la temporada pasada contra el Tau Cerámica (ahora Caja Laboral, 3-2). Mientras que sin ese privilegio fue derrotado en el partido decisivo de cuartos por Unicaja en Málaga –donde no olvidan el triple de Pepe Sánchez; los malagueños fueron terceros de esa edición, la de 2006-2007– y por el Maccabi en Tel Aviv el curso siguiente. Sólo en una ocasión cedieron los azulgrana con la pista a su favor, fue el primer año de la Euroliga ante el Benetton Treviso en primera ronda (dieciseisavos), el mismo rival que les eliminaría en la 2001-2002 ya en el Top 16 (no hubo cuartos) y también ante el que ganarían en 2003, en un Palau Sant Jordi repleto, la que hasta el momento es su única Euroliga.
Más autoestima que talento
Como ya pudo verse en el Palau y se encargó de recordar Pascual, el Maroussi no resulta un equipo sencillo, más fuerte por su autoestima que por el talento de sus jugadores. El punto de encuentro del conjunto griego es la solidaridad, la extrema conexión y convicción del grupo para ser agresivo e intenso bajo cualquier circunstancia, y más si cabe después de haber perdido contra el Ilysiakos, colista de la Liga griega. Cumpliendo con su ideario, el Maroussi no se destempló tras el inicio del Barça (8-14 a los 4m 36s), pura exhibición a medio gas de los azulgrana. Un parcial en el que todo el quinteto azulgrana –Morris entró por Ndong, baja por una rotura fibrilar en el adductor de la pierna derecha– anotó con canastas cómodas y sencillas, justo lo que lo había advertido el técnico local Bartzokas.
Un tiempo muerto del propio Bartzokas y la ausencia forzada de su jugador más entonado, Keys (se fue al banquillo con dos triples, pero con otras tantas personales), reactivaron curiosamente al Maroussi. Convencido de sus posibilidades de ganar y dirigido por Batis, sustituto de Keys (12 puntos), los locales remontado hasta lograr su 24-18 (a los 10m 48s). Un aviso para el Barça, incapaz de frenar por momentos la producción de Kaimakoglou (nueve), Mavroeidis (seis) y Nadjfeji (siete). El Maroussi era quien gestionaba el partido como más le convenía, con ataques muy largos ante un Barça conservador, que a pesar de su candidez no pasó excesivos apuros en cuanto se esmeró en defensa y surgió Navarro, que anotó diez de sus 13 puntos en el segundo cuarto (28-29 a los 25m 8s). Lorbek (14 puntos) y Vázquez (ocho) también contribuirían decisivamente a que los azulgrana alcanzasen el descanso con su máxima diferencia hasta entonces (35-42). Un marcador engañoso que no resumía las dificultades por las que había pasado el Barça, que hasta los 17m 19s no lanzó tiros libres.
Ahí acabó el partido y cualquier opción de réplica de los locales, que sólo fueron capaces de anotar un triple (de Keys) en el tercer cuarto, y comenzó la clase magistral de Lorbek en la pintura. Los menos habituales tuvieron minutos para disfrutar y foguearse, especialmente Trias y Barton, que se ha pasado de baja casi todo el curso y debutó en la presente Euroliga con cuatro puntos, dos canastas muy festejadas por sus compañeros. El Barça estará en cuartos. De su victoria ante el Partizán el próximo jueves 11 dependerá si lo hace con el factor cancha a favor o en contra. Condición que, de momento, ha marcado su trayectoria en la competición.